Si pensabas que el Inter Miami no podría fichar a Rodrigo De Paul, simplemente no estabas prestando atención. En la larga historia de la Major League Soccer, y en la aún corta del Inter Miami, siempre ha habido espacio para jugar con el sistema.
No se trata tanto de romper las reglas, sino de un nivel superior de creatividad para sortear las restricciones del tope salarial de la MLS.
Miami usó cada gramo de ingenio para conseguir a De Paul y finalmente lo logró. El famoso “guardaespaldas” de Lionel Messi ha llegado a South Beach, aportando al equipo ese mediocampista aguerrido que tanto necesitaban. Se une a un plantel de las Garzas lleno de estrellas, que incluye al resto del cuarteto exBarcelona y varias otras incorporaciones millonarias desde que Messi se unió al Inter Miami.
Según una interpretación estricta de las reglas de la MLS, nada de esto debería ser posible. Los equipos tienen límites salariales y cupos para Jugadores Designados. Sin embargo, Miami acaba de añadir a otro campeón mundial a una plantilla que ya incluye a Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba. De Paul es un mediocampista de clase mundial en toda regla.
Entonces, ¿cómo hizo Miami para ficharlo sin violar las reglas de la MLS?
La respuesta, una vez más, es creatividad. Pero Miami también cuenta con un gran poder de atracción, y las Garzas están aprovechando ese magnetismo para hacer movimientos que otros clubes solo pueden soñar. No fueron los primeros en hacerlo. El copropietario de Miami, David Beckham, en muchos sentidos, inició esta tendencia y ahora es quien más se beneficia de tener un gran mercado.
Miami sigue presionando. Tener a Messi en el equipo permite ese tipo de maniobras.
¿Puede cualquier equipo lograr lo que hizo Miami? Tal vez no. ¿Pueden otros clubes encontrar sus propias soluciones creativas? Por supuesto. Construir plantillas en la MLS es un arte, y Miami merece crédito por dominar el sistema y lograr otra contratación que cambia las reglas del juego.







