En declaraciones a ESPN Brasil, el jugador confesó: "Había recién terminado de jugar un Mundial, en mi mejor momento, y estaba por llegar a mi límite. No lo sé, no voy a decir que pensé en suicidarme, pero estaba en una depresión y quería renunciar. Yo, que parecía ser mentalmente fuerte... Después de la Copa del Mundo parecía que todo se derrumbaba. Creo que el terapeuta, guste o no, me salvó la vida. Sólo pensaba en basura... Incluso en Google sólo buscaba porquerías, sólo quería ver basura sobre la muerte".
El brasileño también aprovechó para enviar un mensaje: "Hoy puedo decir que busquen un psicólogo, si lo necesitan háganlo. Es bueno poder abrirse así, hablar con una persona. Hoy, un terapeuta me agradeció por traer este tema al mundo del fútbol y también fuera del campo, porque es muy importante y, nos guste o no, salva vidas".
Richarlison, además, reconoció que le costó tomar la decisión de buscar ayuda: "Yo tenía este prejuicio, pensaba que no tenía sentido y que estaba loco. En mi familia hay gente que cree que cualquiera que vaya a un psicólogo es porque piensa que está loco y ellos creen que no están sanos. Pero yo descubrí la terapia y siento que es maravilloso, realmente el mejor descubrimiento que hice en mi vida".