La llegada de Lionel Messi a la MLS y a los Estados Unidos ha transformado el panorama del fútbol en el país, generando un notable aumento en el interés por la liga. La presencia del astro argentino ha impulsado la asistencia a los partidos del Inter Miami, y el Chicago Fire fue el último equipo en cosechar los frutos de este fenómeno.
El domingo, el Fire recibió al Inter Miami en el Soldier Field y estableció un nuevo récord de asistencia en casa: 62,358 aficionados abarrotaron el estadio para presenciar un duelo que terminó en empate sin goles.