Caos en el emparejamiento: el no deseado enfrentamiento de Valencia en México muestra el desafío que enfrentan los anfitriones de la Copa del Mundo al encontrar oponentes de calidad

Pero, ¿con quién más iba a jugar México? El partido entre la selección nacional y un club expone lo difícil que es para los anfitriones norteamericanos de la Copa del Mundo de 2026 encontrar partidos. Las naciones sudamericanas y asiáticas están jugando partidos de eliminatorias para la Copa del Mundo. Los equipos europeos están disputando partidos de la Liga de Naciones, al igual que los otros equipos de la región de la CONCACAF. En África, son las eliminatorias de la Copa de África. Eso deja solo a los equipos eliminados de la Copa del Mundo en Asia - como Sri Lanka, Guam y Vietnam - equipos de Oceanía como el próximo oponente de septiembre, Nueva Zelanda, o ser creativos como lo ha hecho México con el partido contra Valencia. Y puede que tenga que hacerlo en el futuro. "Hay algunas fechas de la FIFA en las que no hay oponentes cuando se trata de selecciones nacionales - o simplemente estaríamos jugando una y otra vez contra Estados Unidos y Canadá", dijo Ivar Sisniega, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). "Hemos abierto la puerta para buscar clubes de buen nivel. Nos estamos enfocando en buenos clubes europeos y sudamericanos. Tiene que ser equipos con tradición, obviamente equipos con un buen nivel deportivo y también equipos que no pierdan muchos jugadores por la Fecha FIFA. Si traemos al Real Madrid, el Real Madrid está totalmente sin jugadores porque incluso algunos de los suplentes van a la Sub-20 o Sub-23 de su país. Esa es la verdadera complicación que tenemos. Habrá fechas en las que enfrentaremos a otros clubes."

Mientras México ha optado por jugar dos partidos, Canadá solo jugará uno. Después de enfrentar a los otros anfitriones de 2026 en la ventana de septiembre, reservó un partido con Panamá, que, al igual que el trío norteamericano, obtuvo una clasificación automática para los cuartos de final de la Liga de Naciones de noviembre. "Es un desafío encontrar oponentes", dijo el director técnico de Canadá, Jesse Marsch, después de su ventana de septiembre. "Esta es una gran discusión cada vez que nos reunimos casi todas las semanas con actualizaciones casi, como, en esta época del año próximo tratando de solidificar quiénes serán nuestros oponentes. Solo tendremos un partido contra Panamá ... pero estamos emocionados de regresar a casa, estar en la comunidad y continuar lo que estamos tratando de lograr aquí". La participación comunitaria a la que hizo referencia fue la respuesta de Canadá al problema que llevó a México a invitar a Valencia a jugar un partido. Marsch llevó a su equipo a Montreal para la semana de entrenamiento, incluida una sesión abierta. La idea es permitir que el equipo siga frente a una multitud y conectarse con seguidores que no han visto un partido del equipo nacional masculino en su ciudad desde 2017.

El USMNT, hasta ahora, ha logrado gestionar creativamente el problema, aunque significa jugar un raro partido amistoso, pero en México. ¿Cuánto tiempo podrá seguir encontrando oponentes adecuados -o si también tendrá que recurrir a sesiones de entrenamiento o partidos contra clubes- está por verse? Las buenas noticias para México, Canadá y Estados Unidos es que noviembre trae consigo enfrentamientos oficiales en la Nations League. Si ganan esas series de ida y vuelta, marzo traerá más partidos, en forma de la Final Four de la Nations League. Aún así, son muchos juegos contra los mismos equipos, en un momento en que los entrenadores buscan la competencia más dura posible para intentar llevar a sus equipos al nivel que se necesitará para cumplir con las expectativas de los aficionados locales en 2026.

Estos equipos volverán a enfrentarse a los rivales de la zona en la Copa Oro de 2025 en Estados Unidos antes de encontrarse nuevamente en este mismo tipo de dilema durante las Fechas FIFA de septiembre y octubre de 2025. Existe la posibilidad de enfrentar a una duro rival en el verano, aunque la preparación para la Copa Oro puede ser una prioridad mayor. Es una frustración con la que deben lidiar los líderes de las federaciones de los tres países anfitriones de la Copa del Mundo, y que se siente doblemente importante ya que buscan preparar al equipo nacional para lo que se espera sea la Copa del Mundo más vista de todos los tiempos. Si un equipo tiene éxito o fracasa en el verano de 2026, nadie lo atribuirá a un partido contra Valencia aquí o a un enfrentamiento contra un equipo nacional débil allá. Pero los entrenadores, jugadores y personal pueden atribuir el mérito a los directores que logren encontrar la forma de potenciar la preparación para 2026 y ayudarles a mejorar en circunstancias desafiantes.