Antes del partido de La Liga entre Real Madrid y Girona el domingo, jugadores de ambos clubes posaron con los árbitros del encuentro para una fotografía con un cartel que decía: "Respeta al árbitro. Respeta el fútbol". Sin embargo, el gesto no fue bien recibido por la multitud en el Santiago Bernabéu, ya que silbaron y abuchearon para expresar sus sentimientos. El movimiento se produjo después de que Jude Bellingham fuera expulsado de manera controversial y luego se le impusiera una sanción de dos partidos por desacato tras insultar al árbitro en el último partido de La Liga.