Inter y Atalanta habían estado negociando durante semanas, y el Inter ya había acordado términos personales con Lookman. Sin embargo, el CEO Percassi aclaró que, aunque había prometido vender a Lookman en 2025, no estaba dispuesto a hacerlo a un equipo italiano. Esto enfureció al jugador, quien, intentando forzar su traslado al Inter, acusó al club de romper su promesa y se negó a presentarse a los entrenamientos durante dos semanas sin dar explicaciones, incluso eliminando todas las fotos de Atalanta de sus redes sociales. Finalmente, Atalanta rechazó la última oferta de 45 millones de euros del Inter, lo que llevó a los Nerazzurri a retirar formalmente su interés.