El Barcelona llegó al último Clásico siendo el flamante campeón de LaLiga pero los madridistas rechazaron homenajear a los azulgranas con el tradicional pasillo, al igual que el equipo catalán en el encuentro de ida, cuando el conjunto madridista llegó al partido del año habiendo conquistado el Mundial de Clubes.
A pesar de todo sí que hubo pasillos entre ellos en el pasado, pero hace siete años se dio una situación particular.
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La Supercopa y el triste dedo de Mourinho
El 7 de mayo de 2008, el Madrid recibía al Barça habiendo conseguido una jornada atrás el título de Liga: tocaba a los futbolistas de Frank Rijkaard homenajear a los chicos de Bernd Schuster. Y aunque a ninguno le habrá hecho gracia, a Eric Abidal pareció costarle más de la cuenta.
Goal
Liderados por Puyol y con varios rostros serios, los barcelonistas comenzaron a aplaudir al Real Madrid mientras los merengues saltaban al campo de juego del Bernabéu con Raúl a la cabeza. Sin embargo, el defensa francés fue el único que no pudo -o no quiso- hacerlo. Solo Mahamadou Diarra logró, cerrando la fila de los campeones, robar una sonrisa al ´22´.
Aquel Clásico se iba a quedar en manos de los merengues, que vapulearon a su máximo rival venciendo 4-1 con goles de Raúl, Robben, Higuaín y Van Nistelrooy (descontó Henry).
La tradición del pasillo al campeón se instauró en el fútbol español en la década de los 70. Las crónicas señalan al Athletic como el primero en tener ese gesto de deportividad ante el Atlético de Madrid. ¿Repetirá este sábado el Barcelona el gesto en el Bernabéu?
