MaradonaGetty

Un 'dios' que se volvió hincha: así jugó Maradona su partido

Apareció a pocos minutos de que empezara el partido y con el brillo de sus anteojos iluminó a medio estadio. Diego Maradona ingresaba al estadio del CSKA a su estilo: llamando la atención de todos. Vestido con un traje impecable y rodeado de un séquito de gente, el ex10 de la Selección argentina dejó de lado el traje de 'dios' para ponerse el de hincha. Lo que siempre fue, en realidad. Un hincha argentino al que le tocó ser el mejor jugador.

"¡Maradona es más grande, es más grande que Pelé!", empezó a cantar la multitud argentina. Todos mirándolo a él, en el último palco de todos, justo pegado a la cabecera del arco en la que Messi falló el penal ante Islandia. Le encantó. Se entusiasmó. Empezó a golpearse el corazón con el puño derecho, su histórica y típica señal. Cantó las canciones que son dedicadas a él. Le ordenó a algunos curiosos que se acercaban que ni lo intentaran. Nadie se animó a pedirle ni una selfie a la distancia.

Brazos cruzados, preocupado, intenso. Moviéndose todo el tiempo. Aplaudiendo y gritando en cada ataque del equipo. Se paró en una parte del primer tiempo tras una falta a Messi. Fumó un habano gigante. Humo por todos lados.

En el penal errado por Messi, se sintió el dolor a la distancia. Primero se tomó la cabeza. Después, reaccionó igual que la gente. Apoyo al 10 argentino, su exentrenado. Le gustó la idea de que la gente apoyara a la Pulga en un momento complicado, justo cuando su remate había sido tapado por el arquero y la Selección argentina se encaminaba a un empate ante Islandia, un resultado inesperado.

Entonces, aplaudió a la gente, se paró y cantó con todos:  "¡Que de la mano de Leo Messi todos la vuelta vamos a dar!". Un gesto que enloqueció todavía más a la gente. El 10 del 86, eterno, se desvivía por el 10 del 2018, que todavía busca su gloria máxima.

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