En Europa el Real Madrid es un monstruo prácticamente intratable. Y en los últimos años, si hay alguien que lo ha sufrido y puede dar fe de ello, ese ha sido el Atlético de Madrid, que este martes ha vuelto a claudicar ante los blancos.
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Parecía que el guión iba a cambiar después de ver que en los primeros minutos el Atlético ha salido con las líneas adelantadas, presionando la salida de balón del Real Madrid, pero ese escenario ha durado únicamente cinco minutos.
Desde ese momento, el conjunto rojiblanco ha estado irreconocible. Le ha faltado intensidad en el centro del campo, totalmente superado por Modric, Isco y Kroos, que han jugado a lo que han querido; no han logrado detener las acometidas del Real Madrid.
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En ataque apenas han generado ocasiones peligrosas -solo un mano a mano de Gameiro que ha solventado muy bien Keylor Navas-, tirando una única vez a puerta en todo el encuentro, cuatro disparos en total durante los noventa minutos, algo que llama mucho la atención.
Pero tampoco han estado lúcidos los rojiblancos en los duelos directos, solo hay que ver cómo han sido los dos primeros goles de Cristiano Ronaldo, donde los jugadores de Simeone se han visto superados en aspectos individuales.
El Atlético se atenaza en Europa ante el Real Madrid, eso es un hecho. Algo que se está convirtiendo en algo psicológico, algo que va más allá del terreno de juego, y es que salvo milagro en la vuelta, el conjunto blanco volverá a dejar fuera a los rojiblancos por cuarta vez consecutiva en la Champions League.
