A comienzos de enero pasado, José Mourinho se tomaba la cabeza y el Tottenham sufría con la noticia. No era para menos: se confirmaba que Harry Kane y Son Heung-Min se perderían el duelo frente al RB Leipzig, por los octavos de final de la Champions League. Y tampoco estarían en un hipotético cruce de cuartos de final del mismo certamen.
La razón por la que Kane no juega ante el Leipzig es que el delantero tuvo que pasar por el quirófano por su problema en el tendón de la corva de la pierna izquierda, lesión que apareció el primer día del año, cuando los Spurs enfrentaron al Southampton por la Premier League. Los de Londres empezaban 2020 con el pie izquierdo, perdiendo a su gran estrella, a su futbolista más valioso, al líder del equipo.
En un primer momento, el Tottenham creía que el futbolista inglés sufría una rotura muscular y que estaría fuera hasta marzo. Luego, la revisión confirmó un diagnóstico peor, obligando a llevar a cabo una operación para una mejor recuperación. Mourinho no cuenta con un delantero centro de experiencia para reemplazarlo.
Por parte del asiático, este se fracturó el brazo derecho a los 30 segundos del compromiso versus Aston Villa. Pese a que se quedó los 90' completos y anotó un doblete, posteriormente necesitó ser operado. La rehabilitación "demandará varias semanas", informó el cuadro londinense.
