OPINIÓN
El Real Madrid recibía al Málaga en franca mejoría. Sin embargo, aunque superior al cuadro malagueño en muchas fases, fue incapaz de plasmarlo así en el electrónico. En gran medida, por la actuación de los diferentes porteros. Uno lo paró todo, y el otro no. De hecho, el Real Madrid se puso por delante en el marcador por dos ocasiones (Benzema y Casemiro), pero las mismas veces se vio remontado por un Málaga que aún no había marcado fuera de casa en esta Liga. Dos regalos le hicieron y bien que los aprovechó.
EL REAL MADRID SUFRE MÁS DE LA CUENTA ANTE EL MÁLAGA
Fue entonces, con 2-2 en el marcador desde prácticamente el inicio de la segunda parte, cuando la inquietud y ansiedad se apoderó del Santiago Bernabéu. Quizás recordando machadas anteriores. Es lo que tiene jugar sin red. La sustitución de Isco a la hora de partido tampoco ayudó en demasía. Tuvo que ser Cristiano Ronaldo quien rescatase al Real Madrid desde el punto de penalti. O mejor dicho, desde el área pequeña después de marrar la pena máxima (la primera a favor en este campeonato). El perfecto reflejo del gafe que sufría el ‘7’ en La Liga. Juega bien, tiene ocasiones, en Champions las marcaba, pero no lo hacía en el campeonato doméstico. Ni de penalti. Hasta ahora.
Próximo partido
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BENZEMA ACABA CON SU PEOR RACHA LIGUERA EN EL BERNABÉU
Igual le pasaba a Benzema hasta este mismo sábado. Entre los dos marcaron seis goles en cuatro días, en competiciones diferentes, en casa y a domicilio. Están definitivamente de vuelta para la causa madridista. Ahora a quienes les toca responder es al Barcelona y al Valencia, que se miden entre sí este domingo. De momento, aunque con más sufrimiento que brillo, el equipo blanco ha cumplido con su parte y está ya a siete puntos del liderato. Y con sus goleadores a pleno rendimiento. La diferencia entre esta victoria y algunos otros tropiezos anteriores.
