Leo Messi no firmará su renovación con el FC Barcelona. El argentino se quería quedar y el club deseaba con todas las fuerzas que el capitán siguiera vistiendo los colores blaugrana las dos próximas temporadas, pero el jueves se anunció que ambas partes debían separarse. Este viernes, Joan Laporta ha dejado claro que el principal escollo es el límite salarial. El Barcelona lo excede de largo y no hay alternativas para poder inscribir a Messi. "Ya sabéis que las normas que rigen en LaLiga pasan por un fair play financiero que marca unas limitaciones. No tenemos margen".
El problema nunca fue la oferta económica. Ni tan siquiera la voluntad del jugador, que quería seguir vistiendo la camiseta azulgrana. El conflicto está en la imposibilidad de firmar un contrato que hace saltar por los aires la normativa del límite salarial impuesta por LaLiga. Hace dos veranos, el Barça tenía un límite salarial de 671 millones. En marzo de este año, por la pandemia y la gestión de Josep Maria Bartomeu, cayó hasta los 348 millones. Lo quiso dejar claro Laporta, los principales culpables son los miembros de la junta directiva anterior: "Después de la auditoría, los números son mucho peores de lo que nos habían dicho y de lo que habíamos previsto. Las pérdidas son más elevadas, de 487 millones, y la deuda también es más alta".
¿Pero qué es el límite salarial? El límite salarial es la diferencia entre los ingresos y los gastos no correspondientes a la plantilla, es decir, fichajes, gastos de explotación, provisiones o empleados del club. El descenso de ingresos de la última temporada hace que esta diferencia se vea altamente reducida, con lo cuál la inscripción de Leo Messi se hacía imposible a menos que el club consiguiese dos objetivos con los que sigue trabajando: reducir considerablemente los salarios de la plantilla y vender a varios futbolistas, entre los que se encuentran Samuel Umtiti, Miralem Pjanic, Philippe Coutinho i Martin Braithwaite. Incluso Laporta se planteaba vender a Antoine Griezmann para conseguir aire fresco.
Por este motivo, el club no puede inscribir a una plantilla que supere el límite salarial marcado por LaLiga. Y hasta ahora, el sueldo de Messi no entra dentro de estos límites. Antes de poder inscribirle, el Barcelona debía desprenderse de una buena parte de las fichas de la primera plantilla masculina, ya fuera en forma de cesiones o de ventas. Los traspasos, por supuesto, eran la mejor solución. Además de liberar los salarios de los futbolistas que salen, también aportan ingresos directos que hacen aumentar el límite salarial.
Pero hasta hoy, el club solamente consiguió dar salida a Jean-Claire Todibo, Konrad de la Fuente, Matheus Fernandes , Junior Firpo y Carles Aleñá . "Los sueldos están en un 95% respecto a los ingresos" , admitió Laporta. Unos porcentajes inconcebibles para inscribir a ningún futbolista, y menos a Messi.


