Tim CahillGetty

Punto final para la leyenda de Tim Cahill

“Cree mucho en sí mismo” , “es único y extraordinario” y “nos lidera desde el frente de ataque” . Tres frases de Ange Postecoglou, extécnico del seleccionado australiano, para intentar comprender quién es Tim Cahill, el mejor futbolista de la historia de Australia, el hombre que, con 38 años, se despidió este martes de su Selección: fue en Sídney, en un amistoso, tras jugar nueve minutos en la victoria contra Líbano por 3 a 0. 

Es cierto que el fútbol, en este rincón de Oceanía, no nació con Cahill, aunque sí se puede afirmar que se reinventó con él: fue una de las figuras para que el conjunto nacional clasifique a Alemania 2006 y vuelva a disputar así un Mundial tras 32 años de ausencia; fue, además, el primer jugador australiano en marcar un tanto en el máximo certamen internacional (contra Japón, el 12 de junio de 2006); su golazo frente a Holanda, en Brasil 2014, estuvo denominado al Premio Puskás de la FIFA, ese que se le entrega al autor del mejor gol anotado durante la temporada; y es, a pesar de actuar también como volante, el máximo goleador histórico de su Selección (50 gritos en 108 partidos).

Ahora bien: su currículum no sólo se llena con un pasado lejano. Claro que no.  En las Eliminatorias para Rusia 2018, terminó siendo el máximo artillero de su equipo. Encima, en el playoff asiático, con la cinta de capitán y el 4 en la espalda, le anotó dos decisivos goles a Siria (el segundo, en la prórroga), para alimentar su grandeza y el sueño de una nación.

Destacado en Everton (jugó ocho temporadas en el conjunto inglés), con actualidad en Jamshedpur FC, de la liga de la India, este futbolista de origen inglés y samoano (participó también en el Sub20 de Samoa) buscó en Rusia cumplir otra meta reservada para pocos elegidos: convertir al menos un gol en cuatro mundiales. No lo consiguió...

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