Se repitió la historia de hace dos semanas: derrota de América como local en el Pascual Guerrero, ante un rival inferior sobre el papel, pero que en el desarrollo del juego lo superó al punto de remontar el marcador e incluso generar opciones para un resultado de escándalo. Y el señalado por la afición, el mismo: Juan Carlos Osorio, principalmente.
Consumada una nueva derrota para el Escarlata, que ya venía de caer por Copa Colombia ante el Deportivo Cali, la hinchada se manifestó en contra del director técnico y parte de los jugadores, tal como sucedió el pasado 4 de septiembre ante Quindio.
Los improperios contra Osorio, la amargura por la derrota y la custodia policial para que el equipo y cuerpo técnico pudiera desplazarse al camerino, fueron el panorama en el estadio de la capital vallecaucana, signos inconfundibles de una crisis que tiene al entrenador en la cuerda floja una vez más.
