Tres semanas después de la derrota por 1-5 contra el Eintracht de Fráncfort, los nubarrones se han disipado de Múnich. Desde la llegada de Hansi Flick, el sol ha vuelto a asomar en Múnich otra vez.
Karl-Heinz Rummenigge describió el balance del nuevo entrenador, que ha logrado cuatro victorias hasta la fecha y saca pecho por sus 16 goles a favor y 0 en contra, como "casi escandaloso" después del 6-0 contra el Estrella Roja.
Flick apretó unos cuantos tornillos al Bayern y quitó los grilletes de los jugadores. Mientras que el enfoque de Niko Kovac se basaba principalmente en el pensamiento defensivo, Flick tiene una idea mucho más ofensiva del fútbol que su predecesor.
Flick ha dado el equipo un aspecto táctico que le hace más ordenado y organizado. Al salir más arriba que Kovac y pararse más adelante en general, los jugadores deben presionar al oponente y así forzarles a pérdidas de pelota.
La directiva también se complace al observar este cambio. "He leído en alguna parte: El Bayern está jugando de nuevo como el Bayern", dijo Rummenigge a Sport Bild y añadió: "No negaría eso."
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Pero la influencia de la película no se limita a la actuación de los jugadores. Tras la reciente pérdida de apoyo de Kovac dentro del equipo, Flick se centra ahora en la comunicación. Al buscar constantemente el diálogo con los jugadores, ha asegurado que el entrenador y el equipo vuelvan a formar una unidad.
Tratar con jugadores sensibles es quizás la mayor fortaleza de Flick. Al explicar las razones de su decisión a los jugadores que no están jugando, Flick ha reunido todo el equipo detrás de suyo. En esto se parece a Jupp Heynckes, que sigue siendo apreciado por los jugadores por su empatía.
Por lo tanto, no es de extrañar que los jugadores puedan imaginar trabajar con él durante más tiempo. Una cosa, sin embargo, es segura: los responsables del Bayern ahora piensan tranquilamente en el futuro y pueden estar seguros de que su equipo está en las mejores manos.
Esto limita los rumores de la búsqueda de un técnico a la mayor brevedad donde Ten Hag o Pochettino sonaron como sustitutos de Kovac y Flick.
