Osasuna vs. Athletic ClubGetty

Los inspectores de la UEFA recomiendan la expulsión de Osasuna de la Conference League

La UEFA ha trasladado a la directiva de Osasuna que sus inspectores han recomendado la expulsión del club rojillo de la próxima edición de la Conference League como sanción por el amaño de partidos en 2013.

Tras recibir el informe de los dos integrantes del Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA que han revisado el caso, el organismo ha comunicado la apertura de un expediente disciplinario al club osasunista.

Osasuna, aún tiene la posibilidad de presentar nuevas alegaciones ante el Comité de Apelación antes de un pronunciamiento definitivo.

El artículo sigue a continuación

Reacción de Osasuna

Por lo pronto, el club navarro ha reaccionado a través de un duro comunicado en el que acusa a la institución de mostrarse "fuerte con los débiles y débil con los fuertes".

Texto del Comunicado de Osasuna

El Club Atlético Osasuna ha tenido conocimiento, en la tarde de hoy, de las conclusiones del informe elaborado por los inspectores del Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA. En dicho informe los inspectores declaran la “inelegibilidad del club para participar en la UEFA Conference League 2023-2024”, negándole de esta forma el derecho a participar en competiciones europeas que se ha ganado de forma justa en el campo.

El motivo se remonta a unos hechos ocurridos en la temporada 2013-2014 y que, a juicio de la UEFA, contravienen su artículo 4.1g del reglamento de la competición. Dicho artículo dice lo siguiente:

"No haber estado directa y/o indirectamente involucrado, desde la entrada en vigor del Artículo 50(3) de los Estatutos de la UEFA, es decir, el 27 de abril de 2007, en ninguna actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido".

Los inspectores de la UEFA consideran que la sentencia del Tribunal Supremo que condena a varios exdirectivos de la entidad rojilla es motivo suficiente para excluir a Osasuna, nueve años después de los hechos, de las competiciones europeas. Eso, a pesar de que la misma sentencia es producto de la denuncia realizada por los actuales gestores del club en 2015 y fruto del trabajo de Osasuna como acusación particular durante todo el procedimiento judicial para perseguir a quienes desviaron, con fines poco claros, dinero de la entidad.

El club no comparte el criterio de la UEFA, recurrirá ante el Comité de Apelación y anuncia que luchará legalmente, hasta las últimas consecuencias, por defender sus derechos.

Fuerte con los débiles y débil con los fuertes, la justicia de la UEFA no ha querido tomar en consideración que han sido los propios tribunales españoles de justicia quienes han declarado, literalmente, que Osasuna ha sido víctima del desvío de dinero realizado por algunos de sus exdirectivos a espaldas del máximo órgano de gobierno de la entidad, la Asamblea, y de los mecanismos de control del propio club.

Con esta decisión, la UEFA pretende castigar nuevamente a Osasuna en la figura de sus actuales gestores, que son precisamente quienes presentaron una denuncia en el juzgado dando comienzo al procedimiento judicial para recuperar el dinero ilícitamente sustraído de las cuentas de la entidad y restaurar su buen nombre. Quizá estemos ante el único caso conocido en la historia reciente del fútbol europeo en el que un club persigue judicialmente a algunos de sus antiguos gestores, que actualmente están pendientes de ingresar en prisión. Es también preciso recordar que esa temporada Osasuna descendió a Segunda División y que, posteriormente, estuvo a punto de descender una categoría más. El club tuvo que desprenderse de todo su patrimonio para saldar parte de sus deudas mientras los nuevos gestores hipotecaban sus viviendas, sus fondos y sus planes de pensiones para poder reconducir el rumbo de la entidad. Es a esas personas, a un club al que hoy no le resistirían en un test de ejemplaridad sus acusadores; y a una afición que vivió con angustia la casi desaparición de su equipo, a quienes hoy se castiga.

 A juicio de Osasuna, el mensaje que trasmite la UEFA es, sin duda, contraproducente para el fútbol y para aquellas entidades que, ante el riesgo de ser sancionadas deportivamente por el máximo organismo del fútbol europeo, opten ahora por no atacar de manera frontal la corrupción en el mundo del fútbol. Osasuna entiende que este no puede ni debe ser el objetivo que persiga la UEFA.

La investigación de la UEFA pone de nuevo el foco sobre Osasuna y sobre unos gestores que llevan, desde su llegada en 2014, reconstruyendo con limpieza y honradez una entidad que dejaron en la ruina más absoluta sus anteriores gestores. Para quienes no conozcan en profundidad el caso, y no sean capaces de separar los hechos ocurridos en la temporada 2013-2014 de la que ocurre en la actualidad, el daño a la imagen de la entidad es muy grave.

Un daño que además se ha producido con el silencio de los principales organismos del fútbol español, entre ellos la RFEF. Durante las últimas semanas hemos asistido a continuas filtraciones interesadas, en clave nacional, a ciertos medios de comunicación y periodistas para construir un relato que sacrificase al débil para favorecer al fuerte. Filtraciones que ya el mismo día 7, día en que Osasuna tuvo conocimiento del inicio de la investigación, aseguraban categóricamente que el final de todo este proceso iba a ser la expulsión del club rojillo de las competiciones europeas. Y con ese horizonte, sabiendo que las filtraciones no provenían de fuentes alejadas de los organismos que debían velar por la neutralidad del proceso, ha trabajado Osasuna desde aquel momento.

Estamos preparados para lo peor, pero no para dejar de lado el lema que nos ha acompañado en la reconstrucción del club durante los últimos nueve años: Osasuna nunca se rinde. Defenderemos nuestros derechos y los de nuestra afición con el mismo ahínco con el que nos animan cada fin de semana, con el mismo esfuerzo con el que nuestros jugadores y cuerpo técnico se han ganado, con todo merecimiento, estar en la próxima edición de la Conference League. Creemos tanto en lo que hacemos, y en cómo lo hacemos, que no podemos permitir que se utilice al Club Atlético Osasuna, con la aquiescencia de quienes en 2014 miraron para otro lado, para solucionar los problemas de otros.

La RFEF se pronuncia en el caso Osasuna

Ante el comunicado que emitió la entidad 'rojilla', la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) también se ha pronunciado, emitiendo otro escrito ya que se hacían alusiones a que este organismo no había apoyado al club.

"Ante el comunicado que acaba de publicar el CA Osasuna en relación con la propuesta elaborada por los inspectores de la UEFA que es elevada al Comité de Apelación para que adopte las medidas que proceda en derecho, esta RFEF quiere comunicar que es una infamia, una falta de respeto y una actuación muy grave que el club pretenda implicar a la RFEF en este asunto, curiosamente dejando de lado, siempre de manera sutil, el origen de las denuncias, y es de una gravedad extrema querer hacer creer a su digna y magnífica afición que la RFEF no ha apoyado o no apoya a su club, refiriéndose en esa visión acusatoria única y exclusivamente a la RFEF y obviando, como siempre, a otras entidades, instituciones y representantes de instituciones que asesoraron en el pasado precisamente sobre este tema a los directivos inculpados y al propio club, asegurándoles que nunca sería sancionado.

El comunicado también obvia intencionadamente que la RFEF no actuó en ningún momento en este procedimiento como acusación particular porque entendió y defendió en todo momento la necesidad de preservar la inocencia del club y no siguió la estrategia de denuncias de otras instituciones a los que ahora intencionadamente los autores del comunicado ni los mencionan.

Estamos acostumbrados a este tipo de actuaciones de personas que obran al dictado de sus superiores. La RFEF actuó, ha actuado y seguirá actuando defendiendo los intereses del club y de la afición en todo momento y ha respaldado la tesis del CA Osasuna, como podrá acreditar de manera indubitada cuando corresponda y, cuando lo haga, espera que los autores de este comunicado y sus inductores pidan perdón públicamente a la RFEF.

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