Han pasado 509 días desde que Asier Illarramendi jugase su último partido oficial. 509 días con todas sus horas y todos sus minutos hasta que a las 19.00 horas de este miércoles 20 de enero ha sonado el pitido inicial en el Nuevo Arcángel de Córdoba y el centrocampista donostiarra ha vuelto a sentirse futbolista en el partido que enfrenta a la Real Sociedad y al Córdoba en la tercera ronda de la Copa del Rey. Además, lo hace con el brazalete de capitán del equipo txuri urdín.
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Fue en San Mamés en la tercera jornada de la temporada pasada, la 2019-20, cuando Asier Illarramendi cayó lesionado de gravedad. En aquella tarde de agosto, el mediocentro de Mutriku se rompió el peroné.
Antes de esa lesión, Illarra ya venía de una accidentada temporada donde otra lesión lo tuvo apartado tres meses de los terrenos de juego tras lesionarse en Mestalla. Fue una rotura de fibras en el aductor derecho.
Illarra se recuperó completamente durante la pretemporada y volvió a jugar hasta que el peroné se le rompió en Bilbao. Eso le hizo pasar por el quirófano. Recuperado el peroné, en el mes de febrero el capitán de la Real estaba a punto de volver cuando volvió a sentir molestias de la lesión muscular que había sufrido en Mestalla. Era antes del parón que sufrió LaLiga a causa de la pandemia del Covid-19. Pero volvió el fútbol y el de Mutriku tampoco pudo unirse a sus compañeros, por lo que en el mes de julio decidió pasar por el quirófano.
En el mes de noviembre volvió a pisar el céspez de Zubieta, ciudad deportiva de la Real Sociedad, para incorporarse progresivamente a los entrenamientos con sus compañeros, pero no ha podido ser hasta este 20 de enero, cuando Illarramendi ha vuelto para jugar 45 minutos hasta ser sustituido en el descanso.