De nacimiento a defunción, la 2020-21 ha sido la Liga más rara que se recuerda. La nueva vida instaurada por el coronavirus cambió lo bueno conocido e impidió lo bueno por conocer en el Real Madrid. Para empezar, porque se presentó una temporada sin pretemporada. No hubo apenas ni amistosos, nada más que una visita a Valdebebas del Getafe con tintes clandestinos, sin siquiera televisión de por medio. Esa ausencia de una preparación adecuada es uno de los motivos reiterados por Zidane para explicar las dificultades de un año sin títulos, rematado con el subcampeonato liguero. Pero no el único.
Para entender por qué al Real Madrid le ha sido mucho rival el Atlético, al margen de por los incuestionables méritos rojiblancos, hay que ir a las torpezas propias. Sin pretenderlo, obviamente, Zidane y sus chicos le dieron demasiada ventaja a los de Simeone. Hasta enero registraron tres empates y tres derrotas, derrapes en su gran mayoría evitables. El 0-1 con el recién ascendido Cádiz quizá sea el mejor ejemplo, pero no un accidente aislado: en casa también le sorprendió un Alavés (1-2) que sudó para mantener la categoría.
Mientras por la zona noble de la clasificación ha competido a pleno rendimiento, por la caliente ha tropezado en exceso. Siete de los equipos de mitad de tabla para abajo, Elche, Getafe, Alavés, Levante, Valencia, Cádiz, Osasuna, le han arañado puntos.
Los fijos de Zidane: Courtois, Casemiro...
A nivel individual llaman la atención algunos de los pilares que enseña el mapa de participaciones, condicionado al máximo por las lesiones y los contagios en COVID-19, que en marzo superaban las 40 y ahora, las 60. El once más utilizado se podría formar así: Courtois (3.420); Lucas Vázquez (1.850), Varane (2.716), Nacho (1.999), Mendy (2.207); Modric (2.743), Casemiro (2.902), Kroos (2.120; líder en asistencias, con diez); Asensio (1.875), Benzema (2.902) y Vinicius (1.971). En la 2019-20 figuraban en esa alineación Sergio Ramos, Dani Carvajal y Fede Valverde.
La enfermería ha sido lugar de paso para toda la plantilla a excepción de Courtois y Lunin. Con convocatorias elaboradas sorteando incluso más de diez bajas, se acabó echando en falta a Mayoral, que salió en septiembre, con el curso iniciado, y especialmente a Jovic y Odegaard, cedidos en enero. Sus oportunidades las aprovecharon desde el Castilla, debutando y fogueándose Hugo Duro (67 minutos en tres partidos), Marvin (132 en cuatro), Arribas (157 en diez), Chust (214 en tres), Blanco (218 en cuatro) y Miguel Gutiérrez (314 en seis).
Real MadridBenzema y Courtois, los pilares
También ha sido tema de conversación estos meses lo desasistido que ha aguantado Benzema. Detrás del francés, pichichi con 23 tantos, aparece un centrocampista, Casemiro, con seis. Por eso el Real Madrid ha terminado con las mismas dianas, 67, que un equipo de corte menos ofensivo como el Atlético y a 18 de las del Barcelona. En la 2020-21, otra temporada de escasa producción goleadora pese a levantar el trofeo, hizo 70. El contrapunto lo sirvió Courtois, que sólo ha encajado 28 veces en 38 jornadas, con 17 puertas a cero. Con todo, estos datos no le han valido al belga para revalidar su Zamora, logrado con 20 goles en 34 partidos y 18 clean sheets.
Getty ImagesGanar dos Ligas seguidas, de otra época
La suma de todos los factores expuestos impidieron la que hubiera sido la segunda Liga consecutiva, un logro que roza lo imposible para el Real Madrid. No lo consigue desde la 2006-07 y la 2007-08, con Fabio Capello y Bernd Schuster en el banquillo, o, con un mismo entrenador, desde la triple corona entre 1986 y 1989 con Leo Beenhakker al mando. Ni con el esprint final, esa racha de 18 encuentros seguidos sin perder, algo inédito desde la 2013-14, fue suficiente.




