EDITORIAL
Jean Seri no jugará en el Barcelona esta temporada. A pesar de que su llegada era prácticamente un hecho tras alcanzar un acuerdo con el jugador a razón de cuatro temporadas y que el Niza aceptaba traspasarle por un precio razonable, ha sido el club azulgrana el que finalmente se ha echado para atrás alegando la falta de unanimidad de los responsables técnicos.
De hecho, la evolución de la frustrada incorporación de Seri ha tenido altibajos durante el último mes. Porque el jugador gustaba pero no de forma unánime. De ahí que el club tardara tanto en lanzarse a por él. Solo lo hizo cuando Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé se pusieron prácticamente imposibles y a tenor de cierta presión mediática para acabar resolviendo, cuando el traspaso estaba pendiente solo de su firma, que su llegada no era prioritaria.
Así, a falta de ocho días para cerrar el mercado el Barcelona solo ha fichado a Paulinho Bezerra desde que Neymar Da Silva se marchara al PSG hace tres semanas y el tiempo le juega cada vez más en contra, pues con la temporada ya empezada, cualquier jugador que incorpore precisará de un período de adaptación sin olvidar que el club que venda lo hará en posición de fuerza a falta de pocos días para concluir el mercado de fichajes. El día del examen se acerca y el Barcelona ni siquiera encuentra la libreta de los deberes.
