MARIANO DIAZ ALAVES REAL MADRID LALIGAGETTY IMAGES

El Alavés rubrica la crisis del Real Madrid


OPINIÓN


Era el día. No se podía alargar más la sequía. Ni la de goles ni la de victorias. Y Lopetegui que lo sabía, apostó por su once de gala en Mendizorroza. Ni rotaciones, ni descanso, ni experimentos. Todo su arsenal al césped con la única excepción de un magullado Asensio –que salió en la segunda parte igualmente-. Sin embargo, si bien los blancos lograron cortar en un principio la sangría de goles encajados fuera de casa, mostrando también mayor concentración en los minutos iniciales, el equipo madridista no trajo a Vitoria ni buen fútbol ni goles. Una vez más.

Asensio se cayó del once inicial ante el Alavés con molestias físicas

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Y en esta ocasión no fue sólo una cuestión de gol. Sino sobre todo, de acierto. E incluso de confianza. La incertidumbre generada en torno al proyecto madridista parece haber calado en el seno del equipo blanco. Y es que los errores no forzados se sucedían a lo largo y ancho de todo el césped, imposibilitando así cualquier jugada trenzada que permitiera una ocasión franca o un tiro en unas mínimas condiciones de embocar a puerta. El Real Madrid no ve el hueco para marcar. Y por eso no lo encuentra. Juegan ante gigantes que defienden una portería de hockey.

Lopetegui, que está aguantando una presión incalculable sobre sus hombros, decidió quitar a Benzema al descanso para dar entrada a Mariano. Rock n’roll. El francés no paró de moverse por todo el campo, menos por la posición del ‘9’, y el hispano-dominicano al menos podría rematar alguno de los centros llovidos que de vez en cuando caían al área de un solvente Alavés. El señalado fue nada menos que el segundo capitán blanco y ojo derecho de la directiva merengue. Es valiente Lopetegui hasta la insensatez, se podrá pensar. No se podrá decir nunca que no lo intentó todo, al menos. Hasta con Vinicius por un Bale algo renqueante incluso.

Bale fue sustituido por lesión en el Alavés - Real Madrid

El caso es que en la segunda parte, y más tras la entrada también de Asensio por Casemiro, el Real Madrid percutió algo más en ataque. Pero sin la clarividencia correcta.  Como el que intenta matar una perdiz a cañonazos. Ganas no le faltan al equipo. Otra cosa es el fútbol y el acierto. De eso anda escaso. Y decreciendo al mismo ritmo como el tiempo que le queda para despertar, que no es mucho. Menos aún tras el gol de Manu García en el descuento que llevó el éxtasis a Mendizorroza y la desesperación al cuadro visitante. O la puntilla, quién sabe. Cuatro partidos sin ganar y sin marcar es un gran problema para cualquier equipo. Pero es una crisis en el Real Madrid. Y es que desde hace 33 años no se veía algo semejante.

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