Calleja AtléticoAtlético de Madrid

Don Isacio, Leyenda

Ruben Uria BlogGoal Aquello no fue un simple equipo. Fue el gran sueño infantil de toda una generación de atléticos que transmitieron la herencia colchonera, de padres a hijos, haciendo que los más pequeños memorizasen once cuentas rojiblancas que, recitadas de una en una, formaban una epifanía en rojo y blanco: Madinabeytia; Rivilla, Calleja, Ramiro, Griffa, Glaría, Adelardo, Jones, Mendoça, Peiró y Collar. Aquella religión colchonera, aquellas once cuentas santificadas por una clase de tropa que, como canta Sabina, solía pedir otra Recopa en el bar, fue el padre nuestro de miles de atléticos.

Aquel equipo hizo espíritu y carne el mito del “ala infernal” de Peiró y Collar, hizo legendaria la fama del capitán Adelardo, convirtió en magia los goles de Mendoça y consiguió que millares de almas rojiblancas se rindieran a dos defensas inmortales: Rivilla y Calleja. Esta noche, uno de ellos, Don Isacio, a los 82 años, nos ha dejado. Una leyenda – esta sí, que hoy día ese término está algo barato- del sentimiento en rojo y blanco. Calleja vistió la rojiblanca en 425 partidos (300 de Liga, 76 de Copa, 15 Copa de Europa, 12 Recopa, 16 de Copa de Ferias y dos de UEFA y cuatro de otras competiciones), durante 14 temporadas, siendo el quinto jugador con mayor de partidos oficiales en la historia del club. Llegó con 19 años al Atleti y esta noche, se nos fue con 82. Su palmarés, envidiable, le recordará como Campeón de Europa con la selección en 1964, además de ganador de dos Ligas (1965/66 y 1969/70), cuatro Copas (1960, 1961, 1965 y 1972) y una Recopa de 1962 con el Atlético de Madrid, en el que fue el primer título europeo en la historia colchonera.

Cuenta mi señor padre, uno de esos miles de atléticos que creció teniendo como ídolo a Isacio Calleja, que además de ser un defensa tremendo, fue procurador de tribunales, que tenía despacho en Madrid y que, de vez en cuando, se le podía ver paseando por el centro. Siempre tenía una palabra amable para cualquiera que le reconociera, siempre alardeaba de sentimiento atlético y siempre se mostró especialmente cercano con las nuevas generaciones de atléticos que, espoleados por el recuerdo de sus padres, se le acercaban y le podían un autógrafo.

Don Isacio Calleja, legendario icono del fútbol español y bandera de nuestros padres, nos ha dejado esta noche. El último día que pude hablar con él, hace casi tres años, me acerqué para estrecharle la mano después de haberle escuchado hablar, me sonrió y me dijo que me veía por la televisión. Le dije que yo no había tenido el privilegio de haberle visto jugar, pero que mi padre sí y que, sin duda, era uno de sus ídolos. Miró a José Eulogio Gárate, luego me miró a mí y después me dijo: “Eran otros tiempos, pero dile a tu padre que aquel Atleti era diferente a todos”. Le pregunté por qué era tan diferente y él me dijo, con una gran sonrisa de oreja a oreja: “Casi nadie nos vio jugar porque muchos ya no viven, pero hoy preguntas por ahí casi todos dicen que nos han visto jugar. Imagina. Casi nadie nos vio y todos nos recuerdan. Imagina si fuimos buenos. Algo bueno debimos hacer”. Lo hicieron. Se ganaron la eternidad. Y por supuesto, el cariño de los atléticos. Don Isacio, leyenda, DEP.

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