lionel messi argentina arabia saudita copa del mundo 22112022 GLYN KIRK/AFP via Getty Images

El desafío de Argentina ante México en la Copa del Mundo: volver a ser reconocible

La derrota ante Arabia Saudita fue un golpe muy duro para Argentina. Socavó la confianza de muchos y dejó a un país sacando cuentas hasta el sábado, cuando enfrente a México para saber si sigue con vida en la Copa del Mundo. En todo mal momento hay un desafío, en este caso es volver a ser. Como analizó Leo Messi: "Tenemos que volver a las bases de lo que somos".

Lionel Scaloni buscó sacar ventaja desde la pizarra. Comentó que estudió a los saudíes, y quedó claro que su plan de partido pasó por ganar rápidamente las espaldas de los defensores rivales. Una tentación, pero también una trampa.

Para llevarlo a cabo plantó un 4-2-4, vació el centro del campo y puso extremos a pesar de no contar con ese perfil de jugadores. Pegó a Papu Gómez a la banda izquierda, que se sumó a Nicolás Tagliafico, lo que hizo perder todo el peso por ese lado. Esto, sumado al nerviosismo del debut, carencias físicas y un rival mentalizado, destruyó todo lo que se había construído.

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El equipo se cegó, nunca intentó atraer para sorprender, no hubo arrastre de marcas o pivoteos. Fue predecible y lo sufrió. ¿Lo bueno? Desde adentro se han dado cuenta que fue un error cambiar.

En momentos de incertidumbre siempre es una buena opción volver a los lugares seguros, recuperar la confianza y tener un estilo reconocible. La brújula marca un norte, es la alineación con tres mediocampistas, un desarrollo de toques cortos, ataque por el centro del campo e intensa presión tras pérdida producto de estar bien posicionados gracias a la cadena de pases.

Para el encuentro ante el combinado mexicano, todo parece indicar que volvería el 4-3-3, o bien el 4-3-1-2 asimétrico. En la defensa ingresarán Gonzalo Montiel y Lisandro Martínez, mientras que en el mediocampo volverán los tres mediocampitas: Leandro Paredes (o Guido Rodríguez), Rodrigo De Paul y Enzo Fernández. Arriba, sin cambios.

La esperanza con lo que se advierte es que vamos a batallar con nuestras armas, las históricas del fútbol argentino y las que nos llevaron a ponernos el traje de candidatos. El resto está en manos (y pies) del fútbol.

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