EDITORIAL
Ousmane Dembéle siente que es ahora o nunca. Porque a pesar de ser campeón del Mundo lo cierto es que en el Mundial empezó como titular y acabó en el banquillo. Quizá por ese motivo resolviera adelantar nueve días su regreso a la disciplina azulgrana, para poder ponerse a tono desde (casi) el primer día y demostrar que el club azulgrana no se equivocó pagando los 145 millones de euros que costó su incorporación. La temporada pasada no tuvo suerte con las lesiones pero este año ya lleva dos goles en tres partidos y se ha exhibido como uno de los mejores del equipo en el arranque de temporada.
De hecho es la primera vez que Dembélé realiza la pretemporada con relativa normalidad. La temporada pasada fue apartado en el Borussia Dortmund tras negarse a entrenar para forzar su salida al Barcelona, y el año anterior hizo lo propio en el Rennes en el que nació deportivamente hablando. Hoy juega en uno de los mejores equipos del mundo por lo que la competencia es elevada y la paciencia del entrenador y de la grada, más bien poca.
Sí la tuvo el francés a domicilio del Valladolid en un partido disputado en un terreno de juego en unas condiciones muy discutibles que dificultó el camino del gol y hasta logró aislar a Leo Messi, que apenas tocó un solo balón en el área vallisoletana en el primer tiempo. El Barcelona, pues, se dedicó a emplear las bandas, el coto privado de Dembélé, que tanto aparece por la izquierda como por la derecha y hasta por el centro.
OPINIÓN: Menos viajes y más follaje
Y justo por el centro llegó el gol que abrió el marcador y aseguró la segunda victoria azulgrana en la Liga. Fue Luis Suárez quien sirvió desde el flanco para que Sergi Roberto peinara y habilitara a un Dembélé perfectamente preparado para enviar el balón hasta al fondo de la red pucelana, que ya ha cantado dos goles importantísimos en los tres partidos disputados, el que supuso el empate y el inicio de la remontada al Sevilla en la Supercopa de España y el que amarró los tres puntos en el José Zorrilla. La temporada pasada marcó 4 goles en 12 remates a portería y este año ya lleva 2 goles con tan solo 4 remates. En otras palabras, Dembélé sabe que no tendrá otra temporada para consagrarse en azulgrana. Es ahora o nunca y ha elegido triunfar.
