Después de casi 17 años, el ciclo de Lionel Messi en Barcelona llegó a su fin. Fueron 35 títulos en el club catalán los que sumó Leo, a la par de un esquema futbolístico que dio grandes frutos no solo en cuanto a triunfos, sino también como legado de un estilo. El Barça siempre tuvo clara su filosofía de juego y, por eso, alejado de corrientes resultadistas, no cambió tantas veces a sus entrenadores en estas casi dos décadas. Y solo uno de ellos fue argentino, el único que consiguió dirigir, hasta ahora, al mejor del mundo fuera del seleccionado nacional.
¿CÓMO ES LA RELACIÓN ENTRE MESSI E ICARDI?
Gerardo Martino desembarcó en Cataluña el 23 de julio de 2013 para asumir como el reemplazante de Tito Vilanova. El club venía de la exitosa era Pep Guardiola y la continuidad del proyecto con quien fuese su exayudante se detuvo luego de que sufriera una recaída del cáncer que lo aquejaba y que se terminó cobrándo su vida en 2014. El Tata, entonces, llegó para hacerse cargo en un momento convulsionado y de recambio: un outsider al que le costó adaptarse al ritmo culé.
Con Martino en el banco de suplentes, Messi disputó 46 partidos durante la temporada 2013/14: siete por la Champions League, en donde llegó a cuartos de final (no bajaba de semifinales desde la 2006/07); seis por la Copa del Rey, en donde perdió la final con el Real Madrid; 31 por LaLiga, en donde fue subcampeón tras empatar en la última fecha con Atlético de Madrid; y los dos por la Supercopa Española, el único título que pudo conseguir. Además, metió solamente 28 goles en el torneo, su marca más baja desde el certamen 2007/08 y una de las peores durante la última década: 26 en la 2015/16 y 25 en la 2019/20, las peores. A ellos se sumaron 8 tantos en la Champions y cinco en la Copa del Rey, alcanzando así un total de 41 festejos: desde 2008/09 (38) , solo convirtió menos en 2019/20 (31).
TODOS LOS NÚMEROS DE MESSI EN BARCELONA
Si bien todavía no está confirmado, parece casi un hecho que PSG se quedará con Leo por los próximos dos años y Mauricio Pochettino intentará hacer lo que Martino no pudo: consagrarse en un club, con la Pulga como estandarte.