Apunten el nombre de Bruno Iglesias Lois (Salamanca, 01/05/2003) bien destacado, como lo tienen en los despachos de Valdebebas, porque en él hay depositadas montañas de fe. Centrocampista, o todocampista por su facilidad para actuar y brillar prácticamente en cualquier posición, llegó al Real Madrid procedente del Santa Marta salmantino en 2015 y desde entonces los especialistas del club han ido tallándole con el mimado y la atención que exige un diamante así.
Internacional en las inferiores de España, Bruno ha formado parte este curso del Juvenil A madridista, asomando incluso en la dinámica del Castilla tras haberse saltado el paso por el Juvenil B. En diciembre de 2019, además, se estrenó en un entrenamiento a las órdenes de Zidane. Con contrato hasta 2023, hay negociaciones en marcha para ampliar la vinculación.
Su fichaje no fue nada sencillo, imponiéndose el Real Madrid a pretendientes poderosos, léase Barcelona, Atlético o Manchester City. También al Villarreal, que en la base se permite apuestas económicas importantísimas. Lo recuerda para Goal por teléfono Roberto Martínez, ahora director de fútbol de la Federación Madrileña de Fútbol y en su momento responsable de captación y formación de Prebenjamín a Cadete en La Fábrica: "Le vi en el torneo de selecciones territoriales Sub-12, de Fútbol 8. Siempre iba a ese campeonato, pero para esa edición en Palma fui avisado de su papel en la Danone Nations Cup, unas semanas antes. Volé a Mallorca con especial interés en él y en Isra Salazar, cuyo refuerzo habíamos apalabrado. A pesar de jugar con Castilla y León, despuntó y distinguí en él gestos técnicos que me llamaron mucho la atención".
"Contacté con el Santa Marta, con el que teníamos convenio, para invitarles a un amistoso en Valdebebas y luego les dije que quería hablar con la familia de Bruno. Los papás se mostraron algo reticentes al principio, como es lógico porque el chico debía mudarse, pero dejaron que Bruno, alucinado por las instalaciones escuchara y decidiera. A los pocos días aceptaron. Pensé que muy mal lo teníamos que hacer para que no pisase primer equipo, cosa que a veces ocurre por muy elevado que sea el potencial", detalla Martínez, artífice también de las firmas de Sergio Arribas o Antonio Blanco.
Álvaro Benito: "Es el canterano al que más veo llegando al primer equipo"
"La adaptación de Bruno, que empezó en Infantil, fue un proceso muy duro. El comienzo exigió esfuerzos para arroparle, pero futbolísticamente ya generaba admiración en compañeros y entrenadores. Y eso lo ha mantenido. En este tiempo ha ganado ser un futbolista con más recursos en todo el campo, con cosas de Zidane o Kaká. Antes era más agresivo, iba más a por los rivales", remata Martínez. Álvaro Benito, exjugador del Real Madrid, exentrenador de la cantera blanca y seguramente el analista más respetado de España, lo definió parecido en febrero en la 'Cadena SER': "De los que vienen, es al que más veo llegando al primer equipo. Tiene cosas de aquel Kaká que nos maravilló".
Las jugadas de Bruno, cuyo ídolo es Mbappé , suelen nacer en la izquierda, pero siempre desde un espíritu de comodidad absoluta en la parcela en la que se le necesite. Controla ambas piernas, le acompaña la calidad y le mueve la predisposición para encarar, justamente mezclada con una lectura madura del juego para combinar.
Joyce Moreno, su agente: "Le vi y dije '¡¿Pero esto qué es?!'"
Joyce Moreno , el representante que le guía a diario desde JM10 Sport, la agencia del padre de Juan Mata, le describe de la siguiente manera: "Había oído hablar de él por la selección de Castilla y León, me presenté a la familia, puse nuestro soporte a su disposición y después me llamaron, comimos y el encuentro fructificó. Le conozco desde los 14 años, cuando le vi y dije ‘¡¿Pero esto qué es, madre mía?!’. Reúne muchas potencialidades y cualidades. Con paciencia, constancia, trabajo y su gran entorno, el techo es altísimo".
El integrante más joven de Common Goal
Bruno es hijo de dos empresarios propietarios de Cárnicas Iglesias, que viven en Salamanca junto a su hermana menor Ana , de 13 años. El crack en ciernes se aloja en la residencia del Real Madrid, aunque, con los 18 recién cumplidos, la próxima temporada se irá a un piso con algún compañero del vestuario. Muy cercano a sus seres queridos, bromista y carismático, en paralelo al fútbol prepara, sin tener claro qué estudiar, la prueba de selectividad.
Ahondando en su lado más íntimo, sorprendió en abril de 2020 al convertirse en el integrante más joven de Common Goal. Gracias a la iniciativa solidaria ideada por Juan Mata, por la que jugadores y entrenadores donan el 1% de su sueldo a causas benéficas, Bruno echa una mano a los menos favorecidos. Un proyecto de futbolista con la sensibilidad de una persona sensata.