Hacer una crítica de una situación de la que no se conoce el trasfondo podría parecer injusto; sin embargo, cuando un entorno no te permite compenetrarte de mejor manera, todo es posible.
Perder contra Alemania es válido. Más allá de que no es la plantilla que fue campeona del mundo, sí cuenta con una infrestructura deportiva que va más allá de una sola generación. El trabajo realizado lleva muchos años de preparación.
Pero esto no justifica que Juan Carlos Osorio haya optado por dejar a uno de sus mejores elementos en la banca: Carlos Vela. Mucho menos se puede aplaudir la decisión táctica de haber sacado de la cancha al jugador más destacado de la primera parte: Javier Aquino.
Alemania no exhibió a México, pues del minuto 15 al 45 de la primera mitad, el dominio fue azteca. Quien decidió exhibir al equipo fue el mismo Juan Carlos Osorio, quien, de la mano de Héctor Moreno y Miguel Layún, plantearon y disputaron uno de los duelos con menos claridad defensiva y de contundencia. Los errores se apoderaron del combinado nacional.
Hoy, el colombiano optó por hacer más pruebas cuando parecía que lo viable era ingresar a Carlos Vela y Marco Fabián de inicio, justo en el duelo que le pudo haber permitido a México cambiar su historia.
La sencillez del juego ha rebasado a Juan Carlos Osorio, quien insiste en hablar de variables que contextualicen más el futbol. Su idea podría no ser equivocada, pero en los momentos más importantes no ha sido efectiva. Queda una sensación de vacío.
