La egoísta apuesta de Kylian Mbappé por el Balón de Oro podría resultar contraproducente: la superestrella francesa sólo quiere jugar partidos "importantes" para su país, pero su mentalidad también podría perjudicar al Real Madrid

Se dice que el razonamiento de Mbappé es simple: está jugando demasiados partidos. Algunos de ellos, especialmente de la Nations League, no ayudan mucho en su objetivo de ganar el Balón de Oro.

La rotación de plantillas es una parte normal del fútbol hoy en día. Los mejores equipos, por lo general, son los que pueden ver su banquillo y encontrar respuestas. Pueden arreglárselas sin sus mejores jugadores y gestionar los golpes que se presentan a lo largo de la temporada.

Ciertamente ese no fue el caso del PSG de Mbappé. Cuando estuvo lesionado o fue suplente en sus últimos días en París, el PSG tuvo problemas para sumar puntos. Por mucho que Luis Enrique insistiera en que estaba tomando las mejores decisiones para su equipo.

No es nada revolucionario sugerir que los equipos tienden a necesitar a su mejor jugador para ganar, pero los mejores equipos al menos pueden arreglárselas cuando esos cracks necesitan una noche libre.

Esa preocupación es de particular importancia después de los eventos de las últimas semanas. Todo esto se remonta a mediados de septiembre, cuando Rodri afirmó que los jugadores estarían dispuestos a ir a la huelga para protestar contra la congestión de partidos. Cruelmente, se rompió el ligamento cruzado anterior una semana después.

Dani Carvajal hizo una afirmación similar en una rueda de prensa, solo para ver su temporada terminada en circunstancias igualmente desafortunadas.

Es una afirmación razonable por parte de los jugadores. Algunos podrían jugar más de 80 partidos este año, teniendo en cuenta ligas, copas, la frecuentemente criticada Copa Mundial de Clubes y partidos internacionales. Rodri afirmó que el número óptimo de partidos para jugar en una temporada es "entre 40 y 50". Algunos jugadores podrían acercarse al doble de eso.

Parece que se están tomando medidas reales en ese sentido. FIFPro, la organización representante mundial de futbolistas profesionales, presentó una queja el lunes por la noche por actos "abusivos y anticompetitivos". Cómo exactamente terminará todo esto no está del todo claro. Pero el sentimiento está ahí. De alguna manera, Mbappé está sirviendo como una extensión de eso.

Este año, Vinicius Jr parece el ganador obvio. Su vitrina de trofeos habla por sí misma, al igual que su gusto por marcar goles importantes. ¿Quieres un crack para los grandes momentos? Vinicius es tu hombre.

Mbappe, sin embargo, podría afirmar ser más talentoso. Sin duda es una amenaza más consistente en cuanto a goles y lo ha ganado todo menos la Champions League. Añade que solo tiene 25 años y parecería que hay un Balón de Oro en su futuro.

Pero Mbappé siente, por supuesto, que puede influir en sus posibilidades jugar en los momentos clave, marcar los goles más importantes, aparecer cuando realmente cuenta y tal vez así pueda superar a su compañero de equipo del Madrid para ganar el premio el próximo año. Y tiene sentido. Si los reconocimientos individuales son de lo que se trata todo esto, entonces Mbappe está, de hecho, tomando la decisión correcta.

Pero no es tan simple. De hecho, su ausencia podría resultar costosa.

Sus preocupaciones con Francia, por supuesto, realmente dependen de lo que Mbappé defina como juegos "importantes". Tendría sentido, en general, que no tenga interés en jugar para Les Bleus en la Liga de Naciones. Es raro que alguien aprenda mucho de estos partidos; incluso contra equipos como Bélgica e Italia, parecerían prescindibles.

Además, Francia está bendecida con una gran profundidad que incluso la ausencia de Mbappé es poco probable que tenga un efecto sísmico. A pesar de haber perdido cierto filo con los retiros de Antoine Griezmann y Olivier Giroud, Didier Deschamps puede contar con jugadores como Randal Kolo Muani, Ousmane Dembele, Bradley Barcola, Michael Olise, Marcus Thuram y Christopher Nkunku en ataque. Seguián ganando partidos.

Pero, más ampliamente, hay problemas de compatibilidad. ¿Qué tipo de mensaje envías si el capitán de tu país no está dispuesto a ponerse las botas para los juegos que considera innecesarios? Y cuando se trata de los realmente difíciles- entonces ciertamente hay algo que decir sobre la falta de química en el ataque. Probablemente estarán bien a corto plazo. Pero Mbappé podría causar un problema con su ausencia - e incluso con su regreso.

La cuestión más pertinente aquí podría ser para su club. El Real Madrid no ha comenzado exactamente la temporada de manera deficiente: están invictos después de nueve juegos y siguen al Barcelona por tres puntos en Liga.

Pero no se han escapado como muchos pensaron que lo harían. De hecho, aunque sería imposible lograr el tipo de margen de maniobra necesario para ganar el título después de solo nueve partidos, que el Barça esté en la cima de la tabla es una verdadera sorpresa.

De repente, algo que se asemeja a una carrera por el título se está formando. El Madrid, por supuesto, no se preocupará demasiado por esto. Tal es la mentalidad del club que probablemente saben que su mejor fútbol no se jugará hasta abril. En otras palabras: hablamos en primavera.

Sin embargo, esos molestos juegos entre semana, los feos partidos como visitantes, ahora son más importantes que nunca. Con el Barça ganando ocho de nueve, y un Clásico en el horizonte, el Madrid podría encontrarse seis puntos por detrás después de 11 jornadas. Algunos equipos no se recuperan de ese tipo de desventaja, especialmente si su forma va en la dirección equivocada.

También están las complicaciones de un nuevo formato de la Champions League. En años anteriores, un equipo podía ganar su grupo para la cuarta jornada. Consigue cuatro victorias seguidas, y puedes avanzar sin problemas por el resto de la fase de grupos. Pero ahora, una fase de liga ampliada pone más énfasis en cada partido. Y dado que el Madrid ya perdió contra el Lille, un partido que se esperaba que ganaran, podrían tener que jugar una eliminatoria previa adicional.

Reúne todo esto y Mbappé podría verse obligado a jugar en los tipos de partidos que quiere evitar para su país.

El problema con todo esto sigue siendo, por supuesto, que las victorias del Balón de Oro dependen en gran medida de los triunfos del equipo. Mbappé puede terminar como el máximo goleador en La Liga, o romper récords para su país en pocos minutos, pero son los trofeos - y el impacto que un individuo tiene en ganarlos - lo que los votantes tienden a tener en cuenta cuando se trata del Balón de Oro.

Y ahí radica la contradicción de todo esto. Mbappé quiere ganar el Balón de Oro, una búsqueda individual de un premio. Sin embargo, su equipo realmente necesita tener éxito para que él pueda estar en esa lucha. Si resulta que quiere descansar también para algunos partidos menores del club y el Madrid no es tan bueno sin él, entonces ¿cómo se supone que gane el premio personal que tanto desea?

Estas dos ideas parecen estar en conflicto entre sí, Mbappé sacrificando su club por interés propio - todo mientras no logra el objetivo por el que supuestamente se trata todo esto. Puede ser el mejor jugador del mundo, pero este acto singular y egoísta bien podría terminar siendo perjudicial para todas las partes.