El gol de Fred estaba tan anunciado que no sorprendió a prácticamente nadie. Se veía venir porque River ejercía un control tan claro y a la vez inofensivo, que al primer descuido llegaría. Juanito Cazares vio el espacio y el experimentado atacante batió a Armani, a quien el ecuatoriano volvió a convertir en pieza clave con una atajada marca registrada.
Entonces, ¿el punto es premio o castigo para el Millonario? De todo un poco. Porque en el Maracaná, en el inicio de una nueva excursión copera, encontró la ventaja muy rápido, cuando cayó Borré y Montiel transformó el penal en gol. Casi sin esfuerzos, estaba adelante y demolía cualquier idea de Flu de esperar replegado y salir de contra con la velocidad de Kayky, llamado a ser una de las grandes sensaciones del fútbol carioca.
La superioridad no se tradujo en el área rival. El control en busca de los espacios fue improductivo porque, como le ocurre en los partidos del fútbol local, falló el enlace entre las líeas que suele dejar a Borré en posición de gol. Con el bajo nivel de De La Cruz y con Palavecino intermitente, Julián Álvarez nunca pudo abastecer al colombiano.
La búsqueda del segundo que no llegaba fue el arma de doble filo, porque la salida rápida del Tricolor lo encontró mal parado y el empate fue inevitable, pero ni siquiera eso logró cambiar la dinámica del partido y los intentos sin efectividad del gol del triunfo.
El camino en la Libertadores 2021 comienza con un empate que en los papeles no estaba mal y que, según con el cristal que se mire, puede valer o no.