Los datos, más allá de curiosos, son incentivos para que aflore la admiración: Islandia tiene más volcanes (126) que futbolistas profesionales (120), las ovejas duplican a los habitantes (600 mil contra 300 mil) y su Selección es dirigida por un dentista (Heimir Hallgrímsson). Sin embargo, Islandia tiene la capacidad de soñar. Y sueña constantemente, como lo hizo en la última Eurocopa o como lo hizo en las últimas Eliminatorias. Y varios de esos sueños nacen en los pies de Gylfi Sigurdsson, el volante estrella de una nación. El famoso. El que sale en la televisión cuando pasan los partidos de la Premier League inglesa. El que intentará, como en 2016, cambiar lo soñado por algo real, encontrando alguna meta para festejar. Ahora intentará sorprender a Argentina en el primer partido en su historia en el Mundial.
La Islandia de Sigurdsson será uno de los rivales de Argentina en el Grupo D del Mundial Rusia 2018
Sigurdsson tiene 28 años. Everton, en el último mercado de pases del verano europeo, le pagó 45 millones de libras (algo así como 50.600.000 euros) a Swansea para quedarse con sus cualidades. ¿Por qué lo hizo? El islandés, en la última temporada, sumó 13 asistencias en el certamen inglés, sólo superado por Kevin de Bruyne (18 con Manchester City) y Christian Eriksen (15 con Tottenham). De hecho, si se acumulan los últimos tres años de la Premier League, sólo cuatro jugadores tienen más pases-gol que el volante de Islandia (26, en total). Ellos son Cesc Fábregas (37 con Chelsea), Mesut Ozil (33 con Arsenal), Eriksen (32) y De Bruyne (27). Queda claro en la planilla de evaluaciones: la pegada del hombre que debutó profesionalmente en Reading es una de sus principales virtudes, convirtiéndose en un especialista, según sus números. También, tras ver las estadísticas, parece ser evidente que no se achica contra los grandes desafíos: en el campeonato 2016-2017, marcó cinco goles contra los seis grandes. Sólo fue superado por Jamie Vardy (Leicester), quien anotó seis tantos frente a los mismos rivales.
Así, con él y sus virtudes, Islandia irá confiada a Rusia 2018, caminando sin rendirse, sabiendo que también se puede perder ganando. Irá con la sensación de que el propio Sigurdsson pueda frotar su pie y regalarles algo extra para que en la plaza Arnarhólt, de Reikiavik, celebre –literalmente- medio país, como sucedió en aquel torneo continental que se disputó en Francia, donde la Selección llegó hasta los cuartos de final (cayó contra el local 5 a 2), tras superar a Inglaterra en octavos (2 a 1). En aquel certamen, Sigurdsson, gracias a sus tiros libres, terminó siendo una de las caras más visibles de la hazaña, junto con el capitán, Aron Gunnarsson.
Su altura (186 centímetros) será otro detalle a tener en cuenta en la próxima Copa del Mundo, debido a que el mediocampista suele aparecer por sorpresa, sorprendiendo a la defensa adversaria, rompiendo líneas. En su carrera, por otra parte, tiene una espina que no olvida: su flojo paso por Tottenham.
