Lionel Messi, Barcelona and ArgentinaGetty

Por qué Messi, dios en el Barça, nunca será adorado del mismo modo en Argentina

El nombre puede ser desconocido, pero Osvaldo Cook afirma tener un logro único en el fútbol argentino.

Fanático de toda la vida de Argentinos Juniors, como miles de otros seguidores, quizás millones al contar cada persona que jura que estaban presentes, estaba en las gradas el 20 de octubre de 1976 cuando Diego Maradona, de 16 años, hizo su aparición profesional. 

Cook, sin embargo, también fue testigo de otro hecho histórico, aunque menos celebrado.

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En 2004 fue uno de los pocos que se presentó en La Paternal de Argentinos Junior para un partido de Argentina Sub-20 apresuradamente convenido contra Paraguay, un partido que se habría olvidado hace mucho de no ser por una cosa: Era la primera aparición de Leo Messi con la camiseta de la albiceleste.

Si bien, puede ser díficil establecer paralelismos entre ese desfavorable debut de Messi en su carrera internacional durante la siguiente década y media, las circunstancias que rodearon al partido arrojan cierta luz sobre la tediosa relación, a veces algo tibia, del mago del Barcelona con su país natal.

Ese partido, después de todo, solo era necesaria porque Messi estaba ya coqueteando con un destino diferente en el fútbol.

El joven, quien cinco días antes de su reverencia a Argentina había celebrado su 17 cumpleaños, había sido también cortejado por España quien intentó incluirle en el equipo Sub-17 el año anterior junto a Cesc Fábregas, David Silva y Javi García para buscar una vez más volver a la cabeza.

Tan desconocido era el joven para las autoridades argentinas que la primera petición al Barcelona para que estuviera en el equipo nacional llegó en abril de 2004 y fue enviada a nombre de Leonel Mecci. Dos meses más tarde, no podía ser negado.

El entonces presidente de la AFA Julio Grondona y el entrenador Sub-20 Hugo Tocalli finalmente se convencieron de asegurar el fenómeno del futuro cuando un pequeño vídeo en formato VHS sobre el talento de Messi llegó al escritorio del jefe del fútbol argentino.

Young Lionel Messi BarcelonaGetty Images

"Tocalli vio el vídeo me dijo", recordó el exasistente argentino Gerardo Salorio a La Nación. "Se lo llevamos a Grondona, quien con la velocidad del rayo se dio cuenta de que Messi había sido convocado para jugar con la Sub-17 de España"

"El dijo que teníamos que hacer algo, montar un partido que lo amparase FIFA y llamamos a Messi primero y él aceptó de inmediato"

Tal fue la falta de interés por el partido que, forzados por las normas de la FIFA para cobrar la entrada, los organizadores pidieron a los espectadores que trajeran una hoja de papel como donación al hospital infantil Garrahan de Buenos Aires.

"Vimos las luces del estadio encendidas, oímos por la radio que había un partido y subimos" añade Cook. "No teníamos ni idea de lo que íbamos a ver y terminó convirtiéndose en un partido muy importante".

Messi entró en la segunda mitad y marcó el séptimo gol del 8-0. El resto es historia. Cuatro Mundiales, cinco Copas América, el oro olímpico, 136 internacionalidad y 68 goles, cuatro finales pero ningún título internacional importante.

La reiterada afirmación de que Messi es ignorado e incluso difamado en su país de origen es una falacia.

Si bien es cierto que hubo comparaciones desfavorables de sus respectivas actuaciones con el Barça y con Argentina antes, en 2019 tales comentarios son solo la única excusa que les queda a los analfabetos deportivos.

Cuando se trata del '10', respeto y admiración son los sentimientos casi universales en su país. En Rosario, la bulliciosa ciudad en la que nació y creció, los murales y homenajes a su talento hablan de que es un verdadero héroe local.

Pero también es igualmente cierto que no tiene el mismo de adoración desesperada con la que todos sus movimientos son recompensados en Barcelona y solo Maradona es capaz de inspirar a toda Argentina de ese modo.

Los recuerdos de Messi con la albiceleste están contaminados por la decepción.

Lionel Messi Bastian Schweinsteiger Argentina Germany World Cup 2014Getty

Uno puede deleitarse con el gol del siglo de Maradona contra Inglaterra en 1986 porque sabemos que días más tarde Jorge Burruchaga envió el balón contra la red de Harald Schumacher en la final del Mundial y eso provocó que Fiego pudiera coger y alzar con sus manos el trofeo de campeón del mundo en el Estadio Azteca.

Sin embargo para Messi esos momentos de brillantez son siempre agridulces.

Como sucedió con el primer encuentro de los amantes de Shakespeare, Romeo y Julieta, donde sabemos que la pareja está condenada a la tragedia, el brillo del talento en Brasil 2014' siempre se asociará a los fallos de Rodrigo Palacios y Gonzalo Higuaín y como Mario Gotze les rompió el corazón.

La gloria de Maradona se convirtió en la alegría de Argentina; La historia de Messi es justo otro caso tan cercano, pero a la vez tan lejos.

"Leo es amado, él es el máximo goleador argentino", explicó a la Cadena SER Hernán Crespo, protagonista durante el tiempo transcurrido entre el retiro internacional de Maradona  en 1994 y el surgimiento de Messi una década después.

"Tuvo la suficiente mala suerte de perder tres finales de Copa América y una de un Mundial. Imagínese si la hubiera ganado..."

Crespo Messi Lucho Gonzalez Argentina Hungria Seleccion Budapest 17082005ATTILA KISBENEDEK/AFP/Getty Images

¿Entregando la gloria de la Copa del Mundo en Catar podría verse a Messi en igualdad de condiciones que su antiguo entrenador en cuanto al afecto del público argentino? Es dudoso.

Parte del atractivo de Maradona es que a pesar de su infinita fama y riqueza, para muchos el entrenador de Gimnasia sigue siendo aquel chico de Villa Fiorito que logró el bien.

De mal genio, obstinado y famosamente vulnerable a la tentación, es el epítome del niño de la clase trabajadora que hizo el bien sin olvidar sus raíces. 

Pertenece a una generación diferente y más abierta de futbolistas, el tipo que podría ir a una tienda a por un paquete de tábaco, pararse en un semáforo o salir de un cabaret a altas horas después de haber logrado una gran victoria en el derbi.

Messi también es un producto de su tiempo, una especie que gracias a la proliferación de transmisiones deportivas en vivo en todo el mundo y redes sociales, nunca está fuera de las pantallas. Pero quien por el contrario pocas personas fuera de su familia, círculo de amigos, compañeros, podría decir de qué manera convencerle.

Crespo añadió: "Maradona es un fan de Boca y jugó para Boca. Leo creció en España, su vida entera la ha pasado jugando para el Barcelona. Diego es probablemente más popular porque hace hay una gran diferencia entre crecer en Europa o en América del Sur.

Messi es un talento que se perfeccionó dando la espalda al público argentino, cocinado en la hermética Messi y que fue presentado ante una docena de espectadores en aquella fría tarde invernal en La Paternal.

Es posiblemente el futbolista más escandalosamente talentoso que haya exisitido en este planeta, llegando a una consistencia que incluso Maradona solo podría soñar, pero lograr el mismo tipo de veneración en Buenos Aires y más allá que su predecesor es un paso demasiado lejano incluso para Messi.

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