La carpeta de Álvaro Odriozola (25 años) parecía de las de fácil gestión este verano. Se le buscaría una venta para sumar por el objetivo de ingresar el máximo dinero posible para la inversión en la renovación del equipo, que pasa sobre todo por el fichaje de Mbappé.Pero las últimas semanas han abierto el debate dentro y fuera del club.
Hasta hace unas jornadas, Odriozola arrastraba un reguero de falta de oportunidades, lesiones, poca suerte y flojo rendimiento. Reducido a la cola en el lateral derecho, con Carvajal, el reconvertido Lucas Vázquez, Nacho e incluso Fede Valverde por delante, el vasco no tiró la toalla y supo esperar a su momento, que le ha llegado en este decisivo tramo final de Liga.
Para ello ha necesitado que las ausencias de sus compañeros le despejaran el camino. Luego, lo ha recorrido con energía y constancia, como sube y baja la banda. Aunque en Champions sólo disputó 18 minutos en la vuelta de cuartos en Anfield y 13 en la ida de semifinales en el Di Stéfano, abril le ha devuelto su esencia.
En el Clásico, el día 10, aún se le notó algo desubicado, pero después ha venido encadenando buenas actuaciones, con titularidades y grandes prestaciones en cinco de las siete jornadas siguientes. Además, en ellas ha marcado dos goles, en Cádiz y en Granada,donde pese a estar tocado entró tras el descanso por el problema físico de Marvin.
El club, encantado con su comportamiento
En los despachos, como en el vestuario, destacan la actitud de Odriozola. Nunca, ni siquiera al verse durante meses muy lejos de jugar, ha puesto una mala cara o ha tenido un gesto de contrariedad. Su reacción a cada contratiempo y a la acumulación de estos ha sido la paciencia y el apoyo en los líderes de la plantilla y en los técnicos presentes en Valdebebas. Con contrato hasta 2024,el calvario con las lesiones de Carvajal y la situación incierta de Lucas Vázquez, su continuidad es una opción muy real.
Odriozola también ha ganado aceptación entre la afición con su reciente paso al frente, con la coletilla de si el ex de la Real Sociedad podría 'hacerse un Militao'. Ha gustado mucho discurso posterior al triunfo en San Mamés, un resumen de lo que es el Real Madrid y una declaración de intenciones para la final del sábado: "Estamos muy orgullosos. Me siento muy orgulloso de cada uno de los jugadores de esta plantilla, Las cosas han sido muy complicadas este año. Hay una palabra muy bonita en el diccionario castellano que es "resiliencia", que es lo que define esta temporada. Estamos aguantando contra todo y contra todos. Vamos a pelear hasta el final y esperemos que haya premio. En Villarreal saldremos a muerte. Este club, este escudo, te enseña a luchar hasta el último minuto".