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Las miradas 'a lo Zoolander' de los futbolistas

Se estrena una de las películas más esperadas del 2016 en Latinoamérica: Zoolander 2. Tras años de ausencia de la segunda parte de la película que se estrenó en el año 2001, Ben Stiller y Owen Wilson regresan a la pantalla para hacer de las suyas.

Nuevamente habrá "Blue Steels" y demás miradas que causan risa entre los espectadores, en un afán por satirizar el ambiente de la propia industria del modelaje. Sin embargo, el deporte hoy en día no es ajeno a esta, sino todo lo contrario, incluyendo al futbol.

Numerosos son los jugadores que parecen más preocupados por estar cuidando el aspecto frente a las cámaras de las televisoras, y no nada más cuando dan entrevistas o asisten a galas; en la cancha también están al pendiente de ello.

El artículo sigue a continuación

Inspirándonos en su histrionismo y habilidad para realizar muecas, aquí te dejamos las miradas más representativas y su significado:

 

Le Tigre

Básicamente tienes que demostrarte como eso: un tigre, un felino. Raya entre lo coqueto, lo desafiante y lo arrogante. Si puede ir acompañado de un beso, mejor aún. Muy buena para burlarte de los rivales literalmente en su cara. Eso sí, tienes que estar algo 'simpático' para hacerla; no es para cualquiera.

 

 

Magnum

Debe ser fuerte, recta, directo a los ojos de tu contrincante. Debe intimidarlo de inmediato, que sienta la presión. Es como un '¿sí sabes con quién te estás metiendo?'. Un recordatorio visual para separar quién es quién. La 'barrida', o ver de arriba a abajo y viceversa, le imprime mayor fuerza.

 

 

 

Blue Steel

Es como la Magnum: pesada como el acero. Sin embargo, la diferencia radica en que expresa un poco de sorpresa de manera irónica. Te 'cautivas' con lo que nadie esperaba, menos tú y tu seguridad a prueba de todo. El fin es dejarlos como tontos al estilo '¿ven?... se los dije'.

 

 

 

Ferrari

Esta permite el cambio de expresiones o sentimientos sin escala. Aunque igualmente exige naturaleza. Debe ser poco a poco y sin perder el trayecto o transición de una emoción a otra. Se empieza con la seriedad hasta esbozar una sonrisa. Es sutil, como supuestamente necesitarían ser los cambios de velocidad en un coche.

 

 

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