José Saturnino CardozoGetty Images

José Saturnino Cardozo, el jugador que provocó el boom de delanteros sudamericanos en México

José Saturnino Cardozo llegó a México en la campaña 1995-95 con el Toluca. El inicio de su trayectoria en el futbol mexicano fue complicado: no jugaba, a veces no era convocado a los partidos, sufrió la ruptura del ligamento cruzado de la rodila derecha. Luego le vino una apendicitis y, en sus primeros cinco torneos de liga, apenas marcó 19 goles. Incluso el futbolista pensó en abandonar al equipo, pues al llegar se enteró que el objetivo de los Diablos Rojos era evitar el descenso, algo que no iba de acuerdo a los planes que ambicionaba en ese momento: ser campeón.

José Saturnino Cardozo México TolucaGetty
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Sin embargo, el delantero paraguayo cumplió sus sueños: fue cuatro veces monarca de liga con Toluca, cuatro veces líder de goleo, disputó una final de Copa Libertadores con Cruz Azul, terminó su etapa en el futbol mexicano con 249 goles que lo convirtieron en el máximo anotador en la historia de los Diablos Rojos y el cuarto mejor de la Liga MX.

A partir de entonces, el futbol mexicano vivió un boom de delanteros sudamericanos. Desde que Cardozo terminó como líder de goleo del Verano 1998, han surgido 36 nombramientos más de esta índole. De estos, solo siete han sido mexicanos (Cuauhtémoc Blanco, Jesús Olalde, Everaldo Begines, Jared Borgetti, Omar Bravo, Javier Chicharito Hernández y Ángel Reyna), 27 sudamericanos (con galardón compartido) y dos de otros países: Herculez Gómez de Estados Unidos y Andre-Pierre Gignac de Francia.

Tan solo una década a ese primer título de goleo del guaraní, esa distinción se había repartido entre cuatro mexicanos (Luis Flores, Sergio Lira, Luis García y Carlos Hermosillo), cuatro sudamericanos (Jorge Comas, Ivo Basay, Gabriel Caballero y Lorenzo Sáez) y un español (Carlos Muñoz).

José Saturnino CardozoHoracio Villalobos / AFP

La calidad de Cardozo impresionó al conseguir récords como mayor goleador en liguillas (43), más anotaciones en un fase regular de un torneo corto (29) y jugador con más goles (9) en series finales. Este delantero paraguayo destacaba por su ubicación en el área y habilidad para quitarse la marca de los defensas. "A parte de tranquilidad y técnica para definir, su principal virtud era la movilidad: todos sabían que era un goleador y por eso lo marcaban... ¡pero él se movía y siempre tenía espacio para quedar solo", recordó su compañero en Toluca, Carlos María Morales.

El delantero guaraní reconoció que dedicaba horas extra a prepararse para alcanzar esas cifras que en 2002 le permitieron ser reconocido como el mejor goleador de ese año según el IFFHS al sumar 50 dianas en todas las competencias: "me encantaba quedarme después de los entrenamientos. Repetir y repetir, inclusive solo, cerca de la portería. Yo hablo mucho con mis jugadores: si yo repito 50 veces por día los remates, en cinco días son 250; mil al mes, durante 10 meses son 10 mil repeticiones".

Humberto Suazo

Desde el Verano 1998, a México llegaron otros delanteros sudamericanos como Humberto Chupete Suazo (a Monterrey), Salvador Cabañas (a Jaguares) y Christian Benítez (a Santos), que pese a convertirse en figuras en sus respecitvos clubes, ninguno alcanzó los números del paraguayo.

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