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El papel decisivo de Pellegrini en la continuidad de Joaquín en el Betis

Algo adelantaba ya Rafael Gordillo durante su turno de palabra en el balcón del Ayuntamiento de Sevilla. “Joaquín se queda, por huevos”. Semejante afirmación casi paso disfrazada como un brindis al sol si no llega a ser por la posterior confirmación del protagonista. Joaquín, en la casa de todos los béticos, confirmaba lo que ya adelantó el mito del beticismo anteriormente. “Tengo que decir que me quedo un año más”. La locura invadió el Villamarín en lo que fue la mejor guinda a un fin de fiesta espectacular tras la consecución de la Copa del Rey.

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Pero el proceso hasta llegar a esta decisión no ha sido fácil, ni para el propio jugador ni para uno de los grandes artífices de que el de el Puerto de Santa María cambie de rumbo en un sorprendente giro de timón. Manuel Pellegrini es uno de los grandes culpables de la continuidad del canterano. No fueron fáciles los inicios de esta temporada. El chileno le daba la Europa League pero el 17 quería más protagonismo en Liga. Hubo alguna que otra queja por parte del futbolista bien toreada por la mano del entrenador en sala de prensa. Muchas conversaciones hasta que llegó una crucial donde, con buen talante, se dijeron las cosas a la cara. El míster verdiblanco le hizo entrar en razón. Le hizo comprender que con la calidad que atesora y el conocimiento del juego que ha adquirido, él podría ser igual de importante, o más, jugando 90 minutos que participando 20. Cambiar la etiqueta de revulsivo por la de héroe es algo que le ilustró de lo que Pellegrini quería de él.

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A partir de esa charla la cosa cambió. Fue tras el derbi liguero en el Villamarín y los gestos de enfado de Joaquín cuando el entrenador decidió meterlo en el campo para que sumara un derbi más en su trayectoria. Aspavientos que molestaron al chileno y que así se lo trasladó. Acompañando a esa reprimenda adjuntó igualmente las continuas alusiones a que este iba a ser su último año. Todo aderezado con ejemplos de cómo podría ayudarse él mismo a continuar y cómo lo tendría que afrontar. Pellegrini le vino a decir que si se ajustaba a sus directrices y estaba en buena forma física, mientras el estuviera como entrenador Joaquín iba a tener protagonismo. Algo indispensable para el futbolista que no quería sentirse como un mero apoyo moral para la plantilla. Esa charla definitiva cambió el pensamiento del jugador.

A partir de ese momento la aportación y el juego de Joaquín fue a más, siendo clave en muchos encuentros. Incluso siendo la primera incorporación desde el banquillo en momentos fundamentales de determinados partidos. Con la consecución de la Copa del Rey, Joaquín ha pasado a ser aún más historia viva del club, siendo el único jugador que ha ganado dos títulos con el Real Betis Balompié.

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