En el peor momento, cuando fallar era lo más inoportuno. El Atlético de Madrid ha cedido la primera derrota liguera de la temporada en su visita al RCDE Stadium donde ha caído por la mínima contra el Espanyol (1-0) por culpa de un tardío gol de Sergio García... y por el mal papel de los hombres de Diego Pablo Simeone.
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Llevan varias jornadas los rojiblancos jugando en el alambre, ganando por la mínima, jugando sin mucha brillantez; y el caso es que el bofetón ha llegado en la víspera del Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, perdiendo una oportunidad -potencial- única de poder recortar puntos a los blaugranas.
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Es cierto que el Atlético fuera de casa era una roca, de hecho hacía justo un año que no caía derrotado a domicilio -diciembre de 2016 en El Madrigal ante el Villarreal-, pero la cuerda, demasiado estirada ya, ha acabado por romperse esta noche en Barcelona.
Ha comparecido Simeone con Griezmann y Fernando Torres en punta, pero con la producción ofensiva que han mostrado esta noche los rojiblancos es bastante complicado sacar adelante un partido: un solo tiro a puerta -que ha llegado en la segunda parte-.
Todo parecía abocado al empate a cero, pero Sergio García ha terminado por enterrar las opciones de los rojiblancos por rescatar algo positivo en esta extraña jornada -que inició hace tres días y acaba mañana-, dando la opción al Barcelona de ampliar ventaja en el liderato, siempre y cuando logre imponerse al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, que tampoco será un camino de rosas, ni mucho menos.