Enner ValenciaGetty

Ecuador olvidó que el Mundial no da tregua

Habrá tenido que ver la inexperiencia. Habrá pesado la falta de roce, la virginidad para citas gigantes. Algo pesó, algo falló. Ecuador, uno de los equipos más peligrosos del Mundial Qatar 2022, que había dado el sacudón en el partido inaugural y le había jugado un partido maravilloso a Países Bajos, se vio en problemas muy grandes ante Senegal, que debía ganar para avanzar a los octavos de final.

Pero, al ser un torneo corto, este campeonato no suele premiar a los especuladores. Ecuador salió a ver lo que pasaba durante todo el primer tiempo. Y lo pagó caro. Regalar la iniciativa tendría algo más de sentido en duelos en los que habrá una revancha, en los que las cosas se definen en más de 90 minutos. Pero, para una instancia en la que todo se define en un partido, se esperaba más.

Hasta el 0 a 0, Alfaro se cansó de pedirle a sus jugadores que hagan todo lento. Cada vez que debían reponer un lateral o había una pelota parada, el entrenador argentino abría las palmas de las manos y las bajaba en señal de 'calma'. Está claro que a la Tricolor le convenía un partido lento y largo. Pero eso tenía sentido si quedaba algún tipo de iniciativa por las cosas buenas que el equipo había hecho a lo largo del torneo.

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De hecho, se vio a un Ecuador demasiado exagerado en ganar faltas y Enner Valencia, la figura del equipo, no pudo pesar.

A todo el combo, Ecuador agregó un condimento imposible de sumar en una ensalada con ambiciones de avanzar a los octavos de final de un Mundial. Se durmió en pelota parada. No pudo disfrutar ni un par de minutos del empate que Koulibaly ya había puesto el 2-1.

Ecuador se llevó un golpe durísimo, se quedó con las manos vacías y se llevó una herida con cicatriz de lección: en un Mundial, no hay lugar para regalar absolutamente nada.

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