La Copa del Rey está a punto de decidirse con la final que se disputa este sábado 25 de mayo en el estadio Benito Villamarín de Sevilla entre el Barcelona y el Valencia.
El Barcelona buscar lograr su título 31º y el quinto de forma consecutiva, mientras que para los valencianista podría ser el octavo, tras haberse adjudicado el séptimo título en 2008 ante el Getafe en Valencia.
Los vencedores del torneo de Copa leventarán el trofeo pero también se embolsarán aproximadamente un millón de euros en metálico. Cifra que no es oficial y que es una cantidad modesta, provocando que el torneo del KO, pese a ser el segundo en importancia en el fútbol español, siga siendo deficitario para quienes lo logran.
Los clubes participantes de categoría no profesional -Segunda B y Tercera- reciben a la temporada siguiente de la RFEF una cantidad variable en función a los ingresos televisivos producidos en sus encuentros en la Copa. Siendo muchos de ellos, gracias a los ingresos por taquilla por la visita de un grande, los grandes beneficiados de la Copa.
De hecho, la RFEF ha proyectado un cambio en el sistema de la competición que podría revolucionar el torneo de cara a la próxima temporada y trataría de aumentar los ingresos de los clubes.
