Las operaciones en el Real Betis a día de hoy están bastante claras: Bellerín está prácticamente hecho y los agentes de Marc Roca se encuentran en Sevilla para terminar de cerrar la operación. Son dos movimientos en el mercado de los cuatro que ha planificado Ramón Planes para la campaña venidera.
Son muchos los factores que hacen que el director deportivo verdiblanco desee moverse en esa horquilla inicial, que puede incrementarse o reducirse según vaya dictando lógicamente aspectos del propio mercado. La delicada situación económica de la entidad, reconocida por el propio vicepresidente, José Miguel López Catalán, en el acto ‘Siempre verdiblancos’, hace que poca revolución pueda haber en una plantilla que no ha vivido grandes remodelaciones en los últimos años.
Además, en ese sentido, el propio Planes considera que la base del plantel es buena, que el grupo está plenamente adaptado a los conceptos e ideas de Manuel Pellegrini y que poco giro debe tener un equipo que ha conseguido consolidarse en Europa como lo ha logrado este Betis. Por otro lado, está la cantera y algunos jugadores a los que paulatinamente se le quiere dar mayor protagonismo como son los casos de Félix Garreta y Dani Pérez, además de Assane Diao.
Tras la oficialidad de Bellerín y Roca, desde la planta noble del Villamarín se mantendrá un compás de espera para ver las posibilidades que ofrece el mercado, incluso no se descarta ir jugando con los tiempos a la espera de un tramo final que ofrezca mejores opciones y más asequibles. Será en estos momentos donde la mano de Planes más tendrá que verse, especialmente porque la posición del central zurdo es una de las que más urge completar. Todo ello sin descartar lo que pueda ocurrir con la posible ampliación de capital que podría hacer que el mercado verdiblanco fuese más alegre.
Será un verano largo en materia de fichajes, así lo ven desde la dirección verdiblanca que también estará a la espera de salidas. Jugadores como Paul o Willian José, que tienen mercado y, a priori, no cuentan tanto, o jóvenes como Raúl García de Haro pueden hacer que las balanzas iniciales varíen y las cuentas puedan dar un respiro a los dirigentes para reforzar la plantilla.