El fichaje de Carlo Ancelotti como nuevo entrenador del Real Madrid nace más de los descartes que de un profundo convencimiento. El italiano, que ha firmado hasta 2024, no era la primera opción del club blanco. Tampoco la segunda. Ni siquiera la tercera. Pero finalmente ha sido el elegido. El fútbol, como la vida, tiene estas cosas.
El favorito del Real Madrid para suceder a Zidane era Allegri. Hubo negociaciones al respecto y, mientras se esperaba a la renuncia oficial de Zizou, se adelantó la Juventus, que en todo momento mantuvo conversaciones con el candidato preferido de la entidad madridista. Eso obligó a recalcular la hoja de ruta, con varios objetivos no conseguidos.
En segundo lugar aparecía Pochettino. Como Allegri, pretendido en 2018, el argentino se trataba de una antigua aspiración de Florentino Pérez. Goal informó, al hilo de ello, que el técnico transmitió a la directiva parisina su deseo de salir, pero su contrato hasta 2023 se lo ha impedido pese a sus desavenencias con Leonardo. El Tottenham también le llamó. Desde España no podían retrasar más su decisión, especialmente si esta exigía una batalla con el equipo al que le intentarán 'quitar' estos meses a su principal estrella, Mbappé.
Raúl, en la recámara
Distintas vías eran las de Raúl González y Antonio Conte. Con el primero, el deseado de la afición, se opta por disponer de él pensando en un futuro contratiempo, repitiendo entonces la fórmula empleada en su día con Zidane. Se le valora mucho por su gran trabajo con el Juvenil A y el Castilla. Con el segundo había dudas por su temperamento, su elevado sueldo y el sistema de tres centrales. Otro 'tocado' en el pasado que no llegará...