'John Terry era un guerrero y Didier Drogba tenía un poder increíble' - Ricardo Carvalho recuerda su etapa en el Chelsea de José Mourinho

Carvalho llegó al Chelsea en 2004, siguiendo a José Mourinho a Stamford Bridge tras conquistar juntos la Liga de Campeones con el Porto, un año después de ganar la Copa de la UEFA. Durante sus seis años en los Blues, se proclamó campeón de la Premier League en tres ocasiones, levantó cuatro FA Cups y dos Copas de la Liga antes de marcharse al Real Madrid en 2011.

En una entrevista con A Bola, Carvalho recordó sus años en Londres y fue consultado sobre el mejor defensa central con el que jugó en su carrera, eligiendo al legendario excapitán del Chelsea, John Terry.

“Cuando llegué, él ya era un referente en Inglaterra. Admiraba su espíritu”, dijo Carvalho. “Era un líder, un poco como Jorge Costa o Fernando Couto. Un guerrero en el campo, con una calidad enorme.”

Si Terry era el muro, Drogba era el ariete capaz de derribar cualquier defensa. Carvalho lo conoció por primera vez como rival, enfrentando al Marsella con el Porto, y quedó maravillado.

“Lo que más me sorprendió fue Drogba. Jugué contra [Ruud] van Nistelrooy, que también tenía mucho talento, pero Drogba era prácticamente desconocido cuando nos enfrentamos al Marsella. Su fuerza, explosividad y potencia eran increíbles. Era difícil pararlo. Más tarde, como compañeros en el Chelsea, nos hicimos grandes amigos. Jugamos seis años juntos y fue increíble compartir vestuario con él”, relató Carvalho.

En el Chelsea, Drogba anotó 164 goles en 381 partidos, pero su mayor legado llegó en Europa. En la final de la Champions League 2012, marcó el empate tardío contra el Bayern de Múnich y luego convirtió el penal decisivo en la tanda, entregando al Chelsea su primer título continental. A nivel internacional, sumó 65 goles en 105 partidos con Costa de Marfil, convirtiéndose en su máximo goleador histórico.

Mientras Terry y Drogba marcaron a sus compañeros de equipo, Carvalho subraya que Mourinho fue quien realmente moldeó su carrera. Al preguntársele quién tuvo el mayor impacto en él, el exinternacional portugués respondió sin dudar:

“Mourinho, por todas las razones y más. Soy el jugador que más partidos disputó bajo su mando. Era un entrenador que prestaba enorme atención a los detalles y exigía mucho, y yo supe manejar bien esa exigencia.”

Las reflexiones de Carvalho muestran por qué el Chelsea de mediados de la década de 2000 sigue siendo tan icónico. Con la brillantez táctica de Mourinho, la fortaleza de Terry y la potencia de Drogba, el equipo combinaba equilibrio, disciplina y poder estelar. Además, la actitud y la cultura que Mourinho instauró en el club perduraron más allá de su partida, consolidando una mentalidad de nunca rendirse que continuó guiando a estas leyendas mientras permanecieron en Stamford Bridge.