Lewandowski empieza a ser un problema para el Barcelona

Este no es un tema nuevo para Lewandowski. No logró marcar en sus dos últimos partidos de la campaña de La Liga 2022-23 y vio su estado de forma caer por un precipicio después de la Copa del Mundo de Qatar. Antes del torneo, Lewandowski era posiblemente el mejor jugador de La Liga. Marcó 12 goles en sus primeros 10 partidos con el Barça, y en el parón mundialista llevaba 18 en 19 encuentros de Liga.

El delantero promediaba más de un gol cada 90 minutos, creando un gran volumen de ocasiones. Su precio de 50 millones de euros (42 millones de libras esterlinas/51 millones de dólares), a pesar de su edad, parecía una ganga. Sin embargo, la Copa del Mundo pareció impactar a algunos de los mejores jugadores de Europa, especialmente a los delanteros. Y Lewandowski fue uno de ellos.

Después de la eliminación de Polonia en octavos de final, sus números se desplomaron. Marcó 15 goles en todas las competiciones entre enero y junio, y realizó menos tiros a portería. Tuvo una semana fuerte para asegurar el título (cuatro goles en tres partidos) y salvó las apariencias, pero Lewandowski claramente no estaba en su mejor momento.

Esta temporada, aunque sólo cuenta con dos partidos, los problemas son más o menos los mismos. Lewandowski aún no ha encontrado la red, solo ha realizado dos tiros al arco y tiene un promedio de menos de 0,5 goles esperados por partido. El delantero también está saliendo del área mucho más que en la temporada pasada, sin lograr ocupar las posiciones clave que lo convierten en un número 9 tan letal. Y es algo que su entrenador ha notado.

Sin embargo, su falta de goles no se puede achacar enteramente a Lewandowski. De hecho, los mejores número 9 necesitan ser abastecidos y solo pueden dar lo mejor de sí cuando los jugadores adecuados les dan el balón en el momento adecuado. Durante la mitad de la temporada pasada, Dembélé hizo que sucedieran cosas buenas para Lewandowski.

El extremo francés fue un apoyo habitual para el delantero polaco, y los dos se conectaron eficazmente para ayudar a llevar la carga goleadora. Dembélé no siempre brindó la asistencia él mismo, pero su capacidad para romper la defensa abrió el tipo de espacios en los que Lewandowski prosperó. No sorprende, entonces, que la caída de forma de Lewandowski coincidiera con la lesión de larga duración de Dembélé.

El internacional francés se perdió casi cuatro meses por un problema muscular, tiempo durante el cual Lewandowski atravesó las dos sequías goleadoras más largas de su carrera en el Barça. Raphinha fue un buen suplente, pero sin las habilidades creativas para alimentar a Lewandowski de manera consistente.

Dembélé se ha marchado al París Saint-Germain, lo que limita aún más las posibilidades del polaco. Además, hay que añadir la suspensión de Raphinha después de que recibió una tarjeta roja imprudente contra el Getafe.

Lewandowski es un jugador que nunca ha experimentado una sequía de goles en su impresionante carrera. Antes de la mala racha de la temporada pasada, no había pasado más de tres partidos sin anotar desde 2018. Ahora lo ha hecho dos veces en los últimos cinco meses. Si no logra anotar el domingo contra el Villarreal, habrá experimentado su mala racha más larga desde 2016 y la racha sin goles más significativa en liga desde 2010, cuando todavía era titular esporádico en el Borussia Dortmund de Jurgen Klopp.

La solución para esta clase de goleadores es salir del apuro haciendo muchos goles de un tirón. Este método le funcionó la temporada pasada, cuando una buena semana a principios de mayo puso fin a una racha decepcionante. Durante ese tramo, a Lewandowski simplemente se le dieron más oportunidades. Al parecer, esa habilidad instintiva no lo abandonó.

Su técnico, por su parte, le ha llamado a situarse mejor. "Ha recibido el balón por dentro y por las bandas. El partido requería posicionamiento. Necesita gol, como todos los delanteros", dijo Xavi.

Quizás no sea tan simple, el Barcelona a menudo se enfrentará a bloqueos bajos de las disciplinadas defensas de La Liga. Por lo general, no habrá espacios para que Lewandowski pueda moverse. Quizás, entonces, sea necesario un cambio de sistema. Xavi ha configurado este equipo para que sea una unidad defensiva cerrada, al tiempo que emplea el moderno mediocampo que se ha vuelto frecuente en el fútbol europeo en los últimos dos años.

La configuración del Barça, sin embargo, sólo utiliza un extremo. Si se introdujera un segundo, probablemente habría más oportunidades para Lewandowski. Pero los sistemas tienen que ver con el equilibrio. Agregando un jugador de ataque, la estabilidad defensiva característica del actual Barça podría verse afectada. Lewandowski, entonces, podría simplemente tener que aceptar que tendrá menos oportunidades de gol y, en cambio, aprovechar más las que tenga.

Una de las cuestiones clave, quizás tácita, es la falta de descanso de Lewandowski. El delantero nunca ha sido enviado al banquillo. De hecho, las vacaciones de invierno en la Bundesliga fueron perfectas, ya que permitieron un descanso a mitad de temporada cuando otras ligas estaban agotando a sus jugadores. La Liga, en teoría, ofrece un intervalo similar.

Sin embargo, la congestión de partidos asociada con la Liga de Campeones y las copas no dejan mucho tiempo para la recuperación. Es bueno, entonces, que pronto lleguen refuerzos. Vitor Roque es el último de la corriente de talentos brasileños en llegar a los niveles más altos del fútbol europeo, y también se perfila como uno particularmente bueno.

Visto como el próximo Ronaldo Nazario, Roque tiene el mismo ritmo y potencia que hicieron que 'R9' fuera tan impactante a una edad tan temprana. Hay algunas advertencias aquí: Ronaldo es uno de los mejores delanteros que jamás haya jugado al fútbol; Roque no puede estar a la altura de eso. Pero si el Barça quiere un refuerzo, Roque se lo proporcionará.

El joven de 18 años ha marcado 18 goles con el Athletico Paranaense en 2023 y parece preparado para forzar su ingreso a la selección de Brasil. Depender de los adolescentes es un negocio arriesgado, especialmente aquellos que no han jugado antes en Europa. Aún así, Xavi nunca ha tenido problemas para dejar que la juventud se imponga. Cuando llegue enero de 2024, fecha de llegada de Roque después de que el Barça alcanzara un acuerdo de 40 millones de euros (34 millones de libras esterlinas/44 millones de dólares) por él en julio, los blaugrana sin duda tendrán más opciones.

Es posible que el Barça también haya sincronizado perfectamente el cambio de Roque. Lewandowski tiene contrato hasta el final de la temporada 2025, con la opción de quedarse un año más, aunque con un salario reducido. Para entonces, si decide quedarse, Lewandowski tendrá 38 años y sus mejores días quedarán atrás.

Mientras tanto, es de esperar que Roque esté a punto de desarrollar su potencial en el escenario europeo. Entonces, tal vez esta sequía de Lewandowski sea manejable. Se ha hablado mucho de la mala gestión financiera del Barça en los últimos años y de una serie de transferencias desconcertantes que la acompañaron. Los blaugrana no tienen mucho dinero y tampoco han gastado muy bien el que tenían.

Si esto es, de hecho, su final (o su comienzo), el Barça está sorprendentemente bien posicionado para afrontarlo. Roque no será una estrella de inmediato, ni ofrece las mismas habilidades que Lewandowski. Se trata de un jugador que basa su juego en el ritmo y la potencia; Intimidar a los centrales no es su fuerte. Aún así, tiene un potencial inmenso y, como mínimo, debería permitirle un descanso al delantero polaco.

Quizás eso es lo que su cuerpo envejecido necesita más que nada: descanso. Lewandowski no está acabado. Pero los últimos ocho meses le han mostrado al Barça cómo podría ser la vida cuando él no esté. Las piernas frescas de Roque se esperan con ansias.