La llegada de Jorge Sampaoli planteó una revolución en la Selección argentina. Afuera Gonzalo Higuaín de la convocatoria, adentro Mauro Icardi, línea de tres en el fondo... Todo para afrontar un partido clave ante Uruguay. Entre los cambios que realizó, el que más ilusionaba en la previa era que, finalmente, Lionel Messi y Paulo Dybala iban a compartir cancha. Pero quedaron en deuda.
El DT optó por poner a dos rapiditos por afuera -Marcos Acuña y Ángel Di María- para abrir el campo de juego y dejar el centro liberado para que esos espacios los ocupen la Pulga y la Joya. Sin embargo, a Leo le llegó poco la pelota en los metros finales y tuvo que tirarse muy atrás a buscarla, casi hasta la línea de Pizarro y Biglia, mientras que el delantero de Juventus se paró unos metros por detrás de Icardi, donde terminó tapado por Vecino y el Tata González, y encimado al '10'. De hecho, ni siquiera pudo tocarla adentro del área.
Tanto fue así que, según Opta, Messi apenas pudo darle cuatro pases a Dybala y Dybala solo tres a Messi. Muy poco para dos jugadores que, cuando se encontraron, generaron la chance -la única- más clara del partido: una gran jugada del de Barcelona, que empezó por derecha, se encontró con el de la Juve en tres cuartos, quien se la devolvió redonda para dejarlo mano a mano con Muslera.
Sampa pretendía descansar su propuesta en los mediapuntas, un cometido que no consiguió y que, como consecuencia, convirtió al equipo en uno muy previsible por las bandas y desconectó al goleador de Inter del resto de sus compañeros. Reparar esa asociación será la primera tarea del entrenador de cara al partido del próximo martes ante Venezuela en el Monumental, si no quiere que le suceda lo mismo que esta noche en el Centenario.
