Murthy, Lim y AlemanyVCF

Si Lim piensa en su inversión dará poderes a Alemany y Marcelino

Banner Héctor Gómez Valencia

OPINIÓN

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El director general del Valencia CF, Mateu Alemany, volará este jueves junto al presidente, Anil Murthy, hasta Singapur para visitar al máximo accionista del club, Peter Lim, en su casa y tratar de acercar posturas tras el gran distanciamiento que ha sufrido la relación en las últimas semanas. Alemany y Marcelino no entienden que después de dos años de éxitos deportivos con la clasificación para la Champions, dos temporadas consecutivas y el título de Copa conquistado en Sevilla a finales de mayo, ahora el asiático quiera cambiar el modelo de trabajo a la hora de ejecutar la planificación deportiva de este mercado de fichajes.

Desde que comenzó el verano ha habido discrepancias en los jugadores a fichar. De hecho, Lim sólo ha autorizado las llegadas de Cillessen y Maxi Gómez, pero la operación del uruguayo no terminó de verla clara en ningún momento pero terminó accediendo por la juventud del delantero y su proyección como futbolista. El delantero que Lim quería fichar este verano como apuesta de futuro era el portugués Rafael Leao que finalmente ha firmado por el AC Milan. Además, para cerrar la delantera Lim quería al colombiano Radamel Falcao. El cafetero es un viejo anhelo del propietario que al igual que Nani lo ha querido fichar desde que aterrizó en el Valencia CF. de hecho, ya el pasado mes de enero cuando el club buscaba un 9 para sustituir a Batshuayi, su agente Jorge Mendes planteó la opción de traerlo pero la opción fue descartada de pleno por la dupla Marcelino-Alemany al entender que su ficha y su rol de estrella sería un problema para el vestuario.

Ahora, la situación no ha sido diferente pero el choque ha sido frontal y ha llevado a que el club tenga paralizada la planificación a 20 días para el inicio de la Liga. La propiedad ha paralizado los fichajes de Laguardia para la zaga y de Rafinha para el centro del campo. Por contra, Lim estaba empeñado en fichar al argentino Otamendi para la zaga porque tiene amistad personal con el jugador y cree que podría volver a ser el que fue en Mestalla y prefería el ofrecimiento de Fekir que esperó al Valencia antes de firmar por el Betis porque quería jugar Champions. Este ha sido uno de los principales puntos de fricción entre las partes. No por la duda de la valía de los futbolistas, si no porque Marcelino y Alemany entendían que el fichaje del argentino destrozaba el vestuario ya que traían a un titularísimo que además de dejar sin minutos a Garay o Paulista, dos de los hombres de confianza del entrenador, generaría discordia porque sería mejor pagado que ellos y porque preferían a Rafinha antes que al ex del Lyon. Marcelino intentó exponer en Singapur hace dos semanas la clave del éxito de estos años y le explicó al propietario que había que blindar a la plantilla y tratar de no volver a cometer errores como los de Batshuayi, error de la dupla Alemany-Marcelino, porque las estrellas ya estaban en el vestuario.

Es evidente que viendo desde fuera estos desencuentros para muchos aficionados será fácil posicionarse del lado de Peter Lim porque los nombres siempre venden y generan ilusión. Sin embargo, yo en esta partida de poker creo que es básico para el propio Lim preservar las competencias que estos dos cursos han tenido los gestores que gestionan el club desde Valencia y el entrenador que conoce a un grupo que dos años después de comenzar a trabajar con él está en el punto más maduro y sigue al técnico a pies juntillas. Peter Lim es el dueño y por tanto tiene derecho a tomar las decisiones que estime oportunas, incluso tiene derecho a sentir celos del protagonismo que Alemany y Marcelino tienen en Valencia y del cariño que él nunca ha tenido pese a que su dinero ha salvado al club de la quiebra. Ahora bien, si el mismo estima su inversión y quiere que el valor del 80% de las acciones que tiene en el VCF SAD sigan subiendo, lo inteligente sería que en la reunión con Alemany él fuera el que cediera y dejara que las decisiones de fichajes fueran principalmente de los que acertaron estos años. Ello no implica que si tiene un capricho que mejore la plantilla y le de un salto como fue Guedes el pasado curso, lo fiche. Pero acumular estrellas, o más bien viejas estrellas, del fútbol europeo no ha sido un sistema que le haya funcionado bien ni deportiva ni económicamente al Valencia CF de Peter Lim.

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