Rocío Correa, delantera de San Lorenzo y de la Selección argentina, fue herida de dos balazos de goma durante el cortejo fúnebre que acompañaba los restos de su hermano, Sergio, fallecido el último miércoles.
El fixture completo del Torneo femenino de Primera División 2019/20
La futbolista del Ciclón, que no pudo estar presente en el arranque del Torneo por suspensión, viajó a Tucumán para despedir al joven 17 años que perdió la vida en un accidente de tránsito ocurrido en la autopista Tucumán-Famaillá. Durante la procesión rumbo al cementerio, la Policía tucumana comenzó a reprimir y la delantera recibió dos impactos de bala de goma.
"Les estaba tratando de explicar lo que estaba pasando, les hablaba con mucho respeto, pero una mujer me pegó con la cachiporra en el brazo", contó la jugadora a La Gaceta y detalló: "Corríamos y nos seguían disparando. Hay por lo menos 15 heridos. A un tío mío le pegaron 25 tiros".
Según la Policía local, los presentes en el cortejo fúnebre comenzaron a ocasionar disturbios y fue por eso que intervinieron. "Parte de los acompañantes se abalanzaron sobre una casa y su propietario pidió intervención al sentirse amenazado. Cuando los efectivos les pidieron que se retiren, comenzaron a arrojar piedras. Por eso se los dispersó", dijo Manuel Sosa, jefe de la Unidad Regional Capital, al mencionado medio tucumano.
Por su parte, la familia Correa y la propia Rocío cuentan otra versión de los hechos. "No teníamos intenciones de provocar nada, sólo queríamos ir al cementerio a dejar a mi hermano", aseguró la jugadora, que atraviesa un durísimo momento.
