Gaperini - AtalantaGoal.com

¿Quién es Gian Piero Gasperini, el entrenador que ilusiona al Atalanta?

La pequeña ciudad de Bérgamo vive un sueño del que no quiere despertar, con la histórica participación de Atalanta en los cuartos de final de la particular UEFA Champions League 2019-20. Y el responsable de esta ilusión tiene nombre y apellido: Gian Piero Gasperini, el estratega que desafía las fórmulas del Catenaccio que tan arraigado sigue en Italia.

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A sus 62 años, no hay duda que vive en el 'otro' Neroazzurro el mejor momento de su extensa trayectoria. Nacido el 26 de enero de 1958, su historia cuenta con una particularidad: realizó todas las categorías juveniles en Juventus, pero nunca pudo debutar en la Serie A con esa camiseta. Y al momento de comenzar su carrera como entrenador, volvió a Turín para dirigir durante nueve años distintos niveles formativos, desde infantiles hasta el equipo Primavera, sin la chance de saltar al primer equipo. 

Gian Piero Gasperini - PalermoGetty Images

Por eso, en 2003 decidió tomar las riendas de Crotone en la Serie C y logró el ascenso a través del Playoff, para luego dejarlo consolidado en la segunda categoría. Y fue en esa Serie B, en la temporada 2006-07, la que compartió con gigantes de Juventus y Napoli, que alcanzó el tercer puesto con 10 puntos de ventaja sobre el cuarto y subió a la Serie A, en la que se estabilizó en el primer año y, ya en el segundo, obtuvo un histórico quinto puesto con Diego Milito como goleador y Thiago Motta como figura. Por aquellos años, Gasperini ya sorprendía a todos por aplicar el esquema de 3-4-3, que generó elogios hasta de José Mourinho, quien admitió que fue el rival que más lo complicó en su carrera por sus permanentes movimientos de piezas durante el mismo partido.

La temporada siguiente, con presencia en Europa League pero sin sus dos principales estrellas, no sería lo mismo y el despido llegaría luego del pésimo arranque en la 2010-11, en el que apenas consiguió 11 puntos en 10 partidos. Unos meses después llegaría su gran oportunidad, pero en el momento menos oportuno: Massimo Moratti lo anunciaba para dirigir a Inter, pero aquel equipo no era el que apenas 365 días antes había conquistado Europa de la mano de Mou y el saldo fue tétrico: echado después de cinco partidos en los cuales apenas pudo empatar uno. La estancia en Palermo tampoco fue demasiado feliz y se extendió por cuatro meses. La magia parecía esfumarse.

El comienzo de la redención fue en el Luigis Ferraris, primero para mantener la categoría en la 2013-14 y, a la siguiente campaña, devolverlo a zona de copas europeas. Su última temporada en Génova volvió a incluir problemas con el descenso, pero logró mantenerse con varias fechas de antelación y, terminado el certamen, decidió decir adiós y embarcarse en la historia que cambiaría todo.

Gian Piero Gasperini Genoa Inter Serie AGetty Images

"Un maestro del Calcio" llegaba a Bérgamo a acomodar a un equipo que llevaba cinco temporadas consecutivas en la Serie A sin descender pero tampoco pasar del puesto 11. La paciencia para desarrollar su idea fue fundamental y nadie se preocupó por las primeras derrotas. La explotación de las juveniles del club para reemplazar los fichajes innecesarios, la mentalidad de ataque permanente y la confianza en sus jugadores lo llevó a un histórico cuarto puesto y la clasificación a la Europa League. Lo que vino después es historia más reciente y conocida: desplazó a equipos históricos y consiguió en dos años consecutivos (2019 y 2020) el tercer puesto, siendo este último el que más cerca estuvo de darle pelea a Juventus, hasta el fatídico penal en el minuto 93 en el duelo entre sí, a falta de seis fechas para el final, que decretó el empate 2-2 que le impidió acercarse a quien sería campeón.

Las estadísticas pueden ser solamente números pero también explican los hechos: durante la última campaña, Atalanta convirtió 98 goles en sus 38 presentaciones, un promedio que quedó cerca de los tres por encuentro. Y nada sería posible sin el poder de convencimiento de 'Gasperson'. En el país que inventó el sistema del líbero y stopper, con la mentalidad de resguardar el arco propio que pensaron Nereo Rocco y Helenio Herrera, Gasperini decidió invertirlo para que el '2' sea el primer jugador de ataque, al mostrarse como salida permanente para encabezar los avances que terminan en los tanques colombianos o en Ilicic. Y a la hora de defender, la transición es imprescindible para que justamente los delanteros sean los primeros que intenten recuperar rápidamente la pelota muy lejos del arquero. 

Gasperini - AtalantaGetty

"La formación no importa, sino con cuántos hombres atacas y defiendes", es uno de sus lemas, pero ninguno tan contundente como la metáfora de la manada de lobos: "los de adelante son los que marcan el ritmo, los de atrás los más fuertes, pero todos están pendientes de todos. Y el último (en referencia al líbero), es el que debe asegurarse que nadie quede atrás". Y, para pintarlo de cuerpo entero, el sincero "Nosotros nunca perdemos, ganamos o aprendemos".

Gasperini sueña a la par de Atalanta, el equipo que se olvidó de su histórica intermitencia entre descensos y ascensos no solo para estabilizarse en el Calcio sino para estar listo para dar el gran golpe europeo.

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