Brandon Cortés es la sorpresa de Hugo Ibarra para el encuentro de este domingo - a las 20.30 horas - que disputará Boca Juniors como visitante frente Defensa y Justicia por la Liga Profesional 2022. El entrenador citó a este juvenil categoría 2001 que se encuentra brillando en la reserva que dirige Mariano Herrón. La noticia llegó el mismo día que se anunció la ampliación del contrato de este enganche, quien quedó atado al club hasta el 31 de diciembre del 2026.
El concepto de promesa muchas veces puede ser un aviso de un gran futuro o una condena para un chico. Brandon Cortés a travesó las dos situaciones, porque tras años de destaque como el mejor futbolista de una categoría en la que también estaban Alan Varela, Vicente Taborda, Agustín Sández, Gabriel Aranda o Santiago Ramos Mingo, tuvo que a travesar un préstamo fallido en la Universidad de Chile que pudo haber sepultado su carrera y su potencial.
El juvenil, que llegó a las inferiores de Boca gracias a que el captador Diego Mazzilli se lo robó a Vélez, conquistó varios títulos en la cantera del Xeneize: uno en infantiles, otro séptima división y dos internacionales cuando en 2018 ganó la Evergrande (China) y la Cheryl Cup (Chile). Su nivel era tan bueno que jugó para la selección de Chile Sub-17 - sus padres y mayoría de hermanos son de ahí - y en la Argentina, cuando defendió la camiseta albiceleste durante el Cortif L'Alcudia 2019, certamen en el que anotó un tanto. En esa misma temporada, por decisión de Gustavo Alfaro, dio el salto de la reserva a la primera del azul y oro. Ahí llegó a disputar tres partidos - uno amistoso - fue un par de veces más al banco e integró la lista de la Copa Libertadores de esa temporada. Su futuro parecía prometedor y se lo dio a préstamo a la Universidad de Chile para que gane minutos, pero justamente eso fue lo que le faltó en la cesión, ya que apenas disputó 270 en los 13 partidos en los que ingresó.
Pero, ¿qué pasó para que Cortés hoy vuelva a ser considerado como una pieza del plantel principal de Boca si le fue mal en Chile? Su madurez. Y cuando se destaca esa característica no es sólo por su comportamiento o mentalidad, si no también por posicionamiento. El gran problema para ver qué tanto podía brillar este diamante en bruto era que se definiera como futbolista. A lo largo de su paso por las inferiores alternó entre ser un enganche o delantero de área, siendo este último el puesto por el que alcanzó la primera del Xeneize. Hoy el juvenil se consolidó como un armador de juego y es la figura de una reserva que se encuentra como líder del torneo.
Técnica, capacidad de usar su cuerpo, de entender cómo perfilarse y usar los controles orientados a su favor, visión de pase y una gran pegada. Brandon Cortés evolucionó para ser un interno o un enganche clásico, puesto en el que parece que podrá explotar todo su potencial. En Boca lo saben, le renovaron el contrato y le dieron la chance de estar otra vez en el banco de la primera. Ya tuvo el mote de promesa, ahora dependerá de él transformarse en una realidad.
