Era la oportunidad de oro y no pudo ser. Nicolás Castillo, el delantero que puja por mantenerse en Europa y evitar una salida anticipada a México, no fue considerado en la victoria que sanó heridas para Benfica, que este domingo superó a Rio Ave por 4 a 2 tras dos juegos sin sonrisas.
La última participación del chileno había tenido lugar en Montalegre, el 19 de diciembre en la clasificación de las Águilas ante el local en la Taça de Portugal. Esa jornada, entró en el minuto 90 para jugar los descuentos en reemplazo de Haris Seferovic, el goleador entre los atacantes del equipo.
Tras esa noche, Rui Vitória lo dejó fuera de los siguientes tres partidos que coincidieron con el fin de su etapa como entrenador del Benfica. Bruno Lage asumió en su reemplazo y lo citó de inmediato debido a la suspensión de Jonas, expulsado ante Portimonense.
Lage apostó por un 4-4-2 con dos 9 que, por los antecedentes numéricos, fueron Seferovic y Joao Félix. Ambos marcaron su doblete tras el adelantamiento inicial de los visitantes vía Gabrielzinho y Bruno Moreira. Y, en el complemento, ingresaron tres futbolistas con características de ataque y Nico se quedó sentado esperando el pito final y masticando el hecho de seguir relegado hasta el sitio del último ariete del plantel.
Andrija Zivkovic y Filip Krovinovic permitieron que los aleros argentinos Eduardo Salvio y Franco Cervi descansaran en el término, mientras que Facundo Ferreyra hizo lo propio con Seferovic en la delantera. En la temporada, Seferovic lleva 9 goles, Jonas 8, Joao Félix 7, Ferreyra 1 y Castillo 0. No hubo fiesta para el que en Chile es prácticamente titular indiscutido para Reinaldo Rueda.
