Dos finales ha disputado Atlético Nacional en un lapso de 6 meses, ambas en su casa y ante una hinchada que se ha catalogado como la más grande de Colombia, ¿qué falla en el conjunto Verdolaga a la hora de definir los títulos?
Todo parece señalar al exceso de confianza que produce el favoritismo con el que llega el equipo antioqueño a las instancias finales, sucedió ante Millonarios y se repitió ante el Tolima, al que le había sacado ventaja en la ida, pero del que se dejó complicar en un partido en el que Nacional lució incomodo en su propia cancha.
Parece poco viable que un equipo que domina una liga de comienzo a fin no sea capaz de respaldar sus resultados en su cancha donde, además, sostenía un invicto importante y un arco en cero que ilusionaba a la hinchada, sin embargo, todo lo anterior pareció no pesar a la hora de definir el título del primer semestre ante Tolima.
Se repite la historia sucedida ante Millonarios al comienzo del semestre y vale la pena cuestionarse acerca de qué tan importante es ser el mejor a lo largo de la liga, si al final no se puede sostener lo edificado con una final contundente y que arroje el resultado deseado por los hinchas.
La de hoy, es la muestra de que más allá de los resultados, el profesionalismo y el amor por la camiseta son, al final, los que impulsan a los equipos a conseguir los objetivos que realmente importan, algo que Tolima parece haberle enseñado de la forma dificil a Atlético Nacional... las finales son partidos aparte, donde gana el que más lo desea.
