Duelo de Titanes en el Metropolitano de Barranquilla, con dos equipos de realidades distintas, pero con ambiciones iguales, por un lado un Millonarios en rendimiento óptimo y con números que le permiten a su hinchada soñar con una nueva estrella y por el otro un Tiburón que se recupera, luego de un arranque que hizo tambalear a toda la institución.
Junior tomó la batuta desde el primer minuto e impuso condiciones a un visitante que acusó cansancio y que dejó entrever el desgaste de lo que viene siendo su campaña entre lo internacional y lo local, algo que sin lugar a dudas le viene pasando factura a los dirigidos por Gamero.
El tempranero 1-0 decretado por Sandoval, pareció poner el partido en estado de trance, con un Embajador que se acercaba con timidez al arco de un local, que supo manejar la ventaja, el ambiente y la ansiedad del rival, que, a pesar de tener mayor posesión, no logró hacer daño.
Tres puntos de oro para la moral del Junior, que viene de menos a más, superando obstáculos y obteniendo victorias ante rivales encumbrados en lo alto de la tabla, atrás parecen estar quedando los aires de crisis, mientras que para Millonarios, esta derrota parece ser un campanazo para no repetir lo que ya le ha sucedido en campeonatos anteriores, donde destaca todo el torneo, para fundirse y quedar por fuera al final.
