Ruben Uria BlogGoal

Messi, culpable

Messi tiene la culpa de ser un mal presidente, un horrible director deportivo, un pésimo entrenador y un lamentable capitán. Messi tiene la culpa de que la directiva le use como escudo humano para tapar su negligencia, tiene la culpa de que las cuentas no cuadren, también tiene la culpa de las crisis digitales que se montan en el club y por supuesto, tiene la culpa de haberse gastado, en los últimos años y con el dinero de los socios, más de mil millones de euros en fichajes que no han mejorado nada de lo que había. Messi, culpable.

Messi, cuando no está ocupado en ser un mal presidente es porque es culpable de ser un peor director deportivo, siendo el instigador de la marcha de Pep Guardiola, de fichar al Tata, de largar a Luis Enrique, de echar a Valverde y naturalmente, también tiene la culpa de que la prensa afín a la directiva le pusiera una alfombra roja a Johan Setién. Messi, culpable.

Messi, cuando no tiene la culpa de ser un mal presidente ni ser un peor director deportivo, tiene la culpa de ser un pésimo entrenador, siendo culpable de que Ronaldinho no saliera del gimnasio, de pedir la cabeza de Ibrahimovic, de hacerle la vida imposible a Neymar, de las lesiones de Dembélé, de que no salgan niños de La Masia y de las suplencias de Griezmann. Messi, culpable.

Messi, cuando no tiene la culpa de ser un mal presidente, ni de ser un peor director deportivo, tiene la culpa de ser un pésimo entrenador, también tiene la culpa de ser un pésimo capitán de vestuario y por supuesto, tiene la culpa de que el Madrid haya ganado cuatro de las últimas cinco Champions. Messi, culpable.

Messi, cuando no tiene la culpa de ser un mal presidente, ni de ser un peor director deportivo, ni de ser un pésimo entrenador, ni de ser un horroroso capitán, tiene la culpa es uno de los jugadores más intrascendentes de la historia del Barça, porque no ha invertido el ciclo histórico, no ha sido referencia y sí actor secundario en más de 30 títulos,amañando sus seis Balones de Oro y otras tantas Botas de Oro, que no tienen ningún valor porque, en realidad, Messi es una gran mentira. Messi, culpable.

Messi ha sido culpable de todo aquello de lo que se le ha podido culpar, es culpable de todo lo que que le quieren culpar y será culpable de todo aquello que se necesite. Es fácil culparle. Podría serlo de los últimos datos del paro y también del calentamiento global. Y claro, el chico está harto. De eso sí es culpable. En realidad, Messi es culpable de haber llevado al Barça a la cima mundial y de llevar una década soportando el peso de un club histórico dirigido de manera histérica. Messi, culpable.

Rubén Uría

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